¿Qué hay de los Euromed?

El presidente de Renfe afirma que los trenes de largo recorrido seguirán pasando por la estación de Tarragona ciudad

02 febrero 2019 14:49 | Actualizado a 03 febrero 2019 13:58
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Cuando la cuenta atrás para la entrada en funcionamiento de la variante ferroviaria Vandellòs- La Secuita está en marcha, aún hay muchos interrogantes sobre las afectaciones que tendrá en el servicio para los usuarios de las comarcas del sur de Catalunya. Por el momento, la operadora Renfe ha evitado hablar sobre ello. Hasta que la Agencia de Seguridad Ferroviaria no dé luz verde a la explotación comercial de la nueva línea no hace falta despertar la liebre. 

Es un secreto a voces que Tarragona ciudad será una de las principales perjudicadas. Renfe evita pronunciarse. Pero el calendario apremia y esta semana su presidente, Isaías Táboas, tenía que salir del paso cuando fue preguntado sobre el tema. Fue en el marco de su comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados. Los máximos representantes del ministerio que preside José Luis Ábalos y los presidentes de sus empresas públicas daban cuenta de las líneas estratégicas recogidas en el proyecto de presupuestos para 2019.

El diputado tarraconense del PSC Joan Ruiz, fue el encargado de lanzar la pregunta. Ruiz se refería explícitamente a la afectación que tendrá la inauguración de la variante para los tarraconenses. Y la respuesta que obtuvo fue clara: «Sí, la ciudad de Tarragona va a seguir teniendo trenes de largo recorrido». 

Táboas no entró en los pormenores. El presidente de la operadora concretó que «estamos hablando mucho con la Generalitat» para poder mejorar las frecuencias cuando entre en funcionamiento el desarrollo de la nueva línea. 

El exsecretario de Estado de Transportes habló de mejoras en el servicio y de menos tiempo de viaje para llegar a Barcelona. También aseguró que otro de los aspectos que está encima de la mesa con la administración catalana es la parada de L’Aldea. Sin embargo, los buenos propósitos del presidente de Renfe tendrán que traducirse en acciones concretas de cara a los próximos meses.

A nadie se le escapa que detrás de esta importante inversión ferroviaria está la necesidad de mejorar las comunicaciones entre la segunda y la tercera ciudades de España. El trayecto Barcelona- València se reducirá treinta minutos con la nueva conexión y esto pasa para que los trenes pasen por el interior (Camp de Tarragona), evitando en la medida de lo posible entrar a Tarragona y utilizar la línea de la costa (más saturada y con más problemas de fiabilidad). En un escenario en el que la liberalización del mercado ferroviario está fijado para 2020, para cualquier compañía resulta más jugoso «vender» menos tiempo de recorrido entre València y Barcelona que seguir apostando por la estación de Tarragona. Al fin y al cabo, La Secuita no está tan lejos.

Para ir a València habrá que ir a Camp de Tarragona, tal y como ya pasa para ir al norte de España o a Andalucia. Poco a poco, la estación ubicada en el Passeig d’Espanya ha perdido los servicios de larga distancia. Ahora ya tan solo paran dieciséis Euromed (ocho en cada sentido de la marcha) que realizan el trayecto entre la Ciutat Comtal y València. 

El vaso medio lleno o medio vacío. Los pesimistas se quedarán con que la estación de Tarragona ciudad quedará relegada a una segunda categoría, tan solo para los servicios de cercanías y media distancia. Los que gustan de mirarse cualquier nueva situación como una oportunidad pueden pensar que, si disminuye la circulación de convoyes de larga distancia, se abre la puerta a que se incrementen las frecuencias con Barcelona. A grandes problemas, grandes oportunidades. 

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