¿Qué se dejó Julio César en las murallas de Tarragona?

Los más pequeños tenían ayer una misión clara. Recorrer el paseo arqueológico en busca de pistas para encontrar las tabas de Julio César. Las tabas son como unas monedas que el emperador utilizaba para jugar. Para llegar a ellas, los participantes de la actividad tuvieron que descifrar símbolos y códigos, que les permitieron conocer mejor el vínculo que Julio César tuvo con la ciudad de Tarragona.

«Si no conseguimos encontrar lo que el emperador perdió, nos tirarán a los leones», decía el esclavo de Julio César, encargado de guiar a los pequeños, quienes iban encontrando pruebas. Pudieron resolver los enigmas gracias a la cooperación. Lena, una de las participantes –de 8 años–, leyó un pergamino escrito por el emperador y que dejó en manos de su hijos adoptivo Augusto.

La madre de Lena, Inma Camacho, explicaba que «nos gusta participar en estas actividades. Queremos que nuestra hija sepa la historia de su ciudad y de sus antepasados», decía Camacho. Los presentes pudieron descubrir rincones escondidos de las murallas a través de recreaciones históricas. La última parada fue en la Torre de Minerva, donde los pequeños encontraron las tabas de Julio César y consiguieron un collar como recompensa.

Mientras se llevaba a cabo esta actividad, el paseo arqueológico se convertía en una Rambla Nova, lleno de tarraconenses, quienes aprovecharon la gratuidad de la visita.