En las calles tarraconenses el verano se presenta más pegajoso de lo normal y las suelas de los zapatos se adhieren al suelo. En efecto, la viscosidad se ha apoderado de varias de las principales calles del centro de la ciudad.
Este fenómeno pastoso se explica por la presencia de árboles que en la época veraniega sueltan un líquido gelatinoso que hace que las suelas se queden pegadas al suelo ennegrecido. Pasear por estas calles es quedarse pegado y oír los improperios de los viandantes por ello.
El servicio de limpieza ya está utilizando máquinas especializadas para resolver la situación.