¿Quién es Pedro Luis Alfonso?

Un profesional de prestigio. Esta es la breve historia de cómo se construye el capital humano en una ciudad, con gente de todas partes

18 enero 2019 09:29 | Actualizado a 11 febrero 2019 19:24
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

A veces es necesario pararse para destinar un breve pero agradable plazo de tiempo para el reconocimiento social a los demás. Detrás de la crítica a una ciudad a la que quiero, detrás de las reflexiones, duras algunas veces, que publico; está el reconocimiento a personas arraigadas a esta ciudad, que llegaron aquí hace décadas, y cuyo papel es tan transcendente e importante como discreto y elegante.

Es el caso de Pedro Luis Alfonso Bermejo, hidrogeólogo. Desconocido para muchos al abordar estas líneas de mi escrito, y espero que algo más conocido y reconocido al final de esta lectura. Si les digo que su relación con el geólogo tarraconense Josep Darder (epd) es inmensa e interrelacionada, ya será algo más conocido. Y si les digo que el geólogo Josep Darder no tuvo en esta ciudad ningún reconocimiento a su larga e intensa trayectoria como geólogo, tanto a nivel local, como estatal e internacional, empezaran a comprender el sentido de mi artículo para profesionales cuya trayectoria es esencial para entender tanto a Tarragona como a sus habitantes.

Valga la reflexión para auspiciar a políticos de esta ciudad e instituciones para empezar a generar un espacio amplio y suficiente para el reconocimiento público a gente que, tanto en el sector privado como en la Administración, ha tenido un papel destacable en esta ciudad, que no les ha dado la posibilidad de escribir ni un libro, ni un espacio de conferencias, ni un premio, ni un acto de reconocimiento social.

Definir a Pedro Luis desde una dimensión humana es algo reservado para sus amigos que lo conocerán mejor. No gozo de esta categoría. Pero puedo decir que es un hidrogeólogo de reconocido prestigio técnico y de amabilísimo trato que desde hace años trabaja en la Agència Catalana de l’Aigua en Tarragona (2004). Su currículum es tan inmenso como amplio y fascinante en el mundo de la hidrogeología, tanto desde el sector privado como el público. No cabe en dos páginas del Diari. Me atrevo a definirle como un verdadero funcionario, entregado al deber público y que ama su trabajo. Lo conocí de forma accidental, intentando resolver un complejo entuerto pericial sobre un edificio de la ciudad cuya cimentación tenía problemas de degradación por ataque de aguas agresivas o salobres. Me ayudó encarecidamente y desinteresadamente desde su papel de experto, desde su dimensión humana y desde su función pública como técnico. Y me consta que lo ha hecho con centenares de personas en pro de explicar el funcionamiento de la hidrogeología del territorio en general, y, muy especialmente, en lo que se refiere a entender Tarragona, su subsuelo y el agua que discurre bajo nuestro suelo, y que ya conocían los romanos y anteriores pobladores de Tarraco.

La Tarragona subterránea

La transversalidad en el conocimiento es fundamental. Y ni arqueólogos, ni arquitectos, ni historiadores podrían o deberían hablar por sí solo con tanta seguridad sobre la historia de esta ciudad sin la transversalidad de la vida del agua, como argumento esencial para entender la Tarragona subterránea que permitió postrar un asentamiento humano hace miles de años y mantenerlo hasta nuestros días. La historia del agua es la verdadera historia de esta ciudad. Y de ello, Pedro Luis Alfonso sabe como pocos.

Como el mismo dice: «La meva relació amb les aigües subterrànies per una part i la ciutat de Tarragona per una altra, es va iniciar amb el meu propi naixement, probablement fins i tot abans. El meu pare, Luis Alfonso Pérez, em va comentar que va ser «engendrat» pels seus pares a Tarragona «aprofitant» el permís que li van concedir al meu avi, Pedro Alfonso Izquierdo, per haver guanyat un premi en un campionat de tir quan feia la mili a Tarragona (el 1925)».

La vida profesional de su padre y abuelo estaba ya enmarcada en la obra pública, especialmente la que tenía que ver con los abastecimientos de agua. Trabajaron en toda la península Ibérica (León, Tauste, Cazorla, Villena, Cambrils, Girona, Sant Boi de Llobregat, poblaciones de Extremadura y de Castilla la Mancha, Menorca (Maó), y hasta en Tetuán cuando era capital del protectorado español de Marruecos. 

En muchas ocasiones, la actividad profesional de sus dos ancestros se relacionó con la ciencia de la hidrogeología a través de dos de sus padres de esta disciplina en España: Bartomeu Darder Pericàs y su hijo, tarraconense ilustre, Josep Darder Seguí. Su abuelo con Bartomeu y su padre con Josep. Los científicos elaboraban un estudio hidrogeológico, y la empresa de su abuelo y padre efectuaba la obra de captación. 
Pedro Luis cuenta con extrema delicadeza y nostalgia cómo su padre se enamoró y casó con Pilar, la propietaria de la fonda donde se hospedaban en Madroñera, con motivo de importantes trabajos de captación de agua en esta zona. El nexo de su padre con Josep Darder es la empresa que les había contratado a los dos. 

Cuenta que su abuelo murió en 1963 en Vilanova d’Escornalbou, en una obra civil del pueblo. Allí fue enterrado. Sucesivamente, a lo largo de los años en esta población tarraconense fueron enterrados sus padres, abuela y tíos. En 1965, el padre de Pedro Luis se arraiga a Tarragona con motivo de la contratación por Aitasa (Aigües Industrials de Tarragona Societat Anònima) para proveer de agua las industrias de Tarragona y, en especial la petroquímica. Fue por mediación de Josep Darder, que era el director. Se trasladó aquí con toda la familia desde Madroñera y aquí empieza esta historia de amor de Pedro Luis con Tarragona. Fue en este proceso de tiempo en que Pedro Luis dice haberse ido impregnando, a través de su padre y de Josep Darder sobre construcciones y captaciones de agua y penetrar en el fantástico y misterioso mundo de la hidrogeología de esta ciudad.

El reconocimiento que se merece

Esta es la breve historia de cómo se construye el capital humano en una ciudad, con gente de todas partes. Esta es la historia del olvido que ha tenido Josep Darder en esta ciudad, y esta es la historia de Pedro Luis Alfonso, para que esta ciudad sepa darle el reconocimiento que se merece y sepa acercarse al conocimiento que tiene para entender la historia del agua, que es la historia verdadera de Tarragona.

Lo siento, Pedro Luis, pero toda tu biografía no cabe en este humilde artículo. Pero te diré, con la debida provocación a los políticos de esta ciudad, que quizás tanto tu padre como Darder (epd) merecen ya una placa para una calle en esta ciudad. Y como a ti te quedan muchos años por delante, espero que alguien sepa entender que deberías escribir por encargo un libro sobre los secretos de tu amor al agua y a esta ciudad.

Comentarios
Multimedia Diari