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Airedeterra, situado en la Rambla Nova número 25, se define como el «auténtico método de pilates». Abrió en la ciudad de Tarragona a finales de 2016 y, desde entonces, su responsable asegura que la firma ha ido a más, a pesar de sufrir un 2017 en el que la inestabilidad política fue la gran protagonista de la situación económica.
¿Por qué se decidieron a abrir en Tarragona?
Primero montamos un estudio en Altafulla hace cuatro años, y creímos que implantarnos en Tarragona era un paso importante para nuestro crecimiento.
¿Cuánta gente son?
Empecé yo misma con dos profesores y un acupuntor. No somos un gimnasio, sino un estudio de pilates en el que intentamos inculcar de manera personal el aprendizaje para la salud.
¿Faltaba un centro así en Tarragona?
Sí, había visto en Girona, Barcelona y otras capitales europeas, y creí que Tarragona era un lugar ideal para apostar por ello.
¿Cómo les va? 2017 fue un año muy inestable.
De momento no nos podemos quejar. Tiramos el proyecto hacia adelante con recursos propios y con préstamos. No es fácil avanzar, pero estamos contentos con la respuesta que hemos recibido.
¿Les afectó la crisis política del último trimestre del año pasado?
Nosotros, progresivamente, vamos a más, pero casi sin descanso y sin cesar nuestra actividad.
¿Notan aún la crisis económica?
Somos realistas y tenemos paciencia. Nosotros somos autónomos y somos conscientes de los impuestos y obligaciones que hay. Es la gran prueba que debemos pasar.
¿Tarragona es una ciudad dinámica?
Llevo poco aquí, pero estoy viendo que en el entorno donde estamos nosotros cierran muchos comercios. Las grandes marcas se van, por ejemplo, a Parc Central, y en el centro de la ciudad no hay suficiente comercio.
