Reconstruyen en el Joan XXIII la mandíbula con 'cirugía virtual'

Los médicos sustituyeron una parte de la mandíbula de un paciente, afectada por un tumor, por un trozo de su pelvis. Todo el proceso fue guiado y ensayado por ordenador

19 mayo 2017 23:01 | Actualizado a 22 mayo 2017 21:24
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Javier Rodríguez, jefe del Servicio de Cirugía Maxilofacial del Hospital Joan XXIII, sostiene entre sus manos un modelo en tres dimensiones de una mandíbula. Es una réplica muy detallada de lo que él y sus compañeros encontraron hace un año en el quirófano, cuando intervinieron a un paciente que tenía un tumor muy agresivo.

Esa maqueta a escala real es apenas una muestra visible de cómo la tecnología ayudó al equipo a realizar con éxito una operación pionera. Se trataba de trasplantar un trozo de la pelvis del paciente para sustituir la zona de la mandíbula que se había deformado por un tumor.

Se trata, en rigor, de una operación que ya es conocida, pero era la primera vez que se realizaba en España con «cirugía virtual por ordenador y navegación intraoperatoria». Gracias a esta técnica se ahorran costes y, especialmente, tiempo, porque se puede reducir en dos horas la duración de una intervención que suele extenderse entre 10 y 12 horas.

Imágenes en 3D

Durante la planificación de la cirugía se realiza un escáner que permite tener imágenes en 3D. Con estas imágenes se diseñan las guías de corte y las férulas donde se colocarán los diferentes fragmentos que serán usados durante la cirugía. Un laboratorio se encarga de fabricarlas, igual que el modelo en tres dimensiones, que ya está listo antes de la operación.

Además, los movimientos quirúrgicos se realizan previamente en un ordenador y el cirujano sabe exactamente cómo y dónde debe intervenir. Hasta no hace mucho Rodríguez trataba de visualizar lo que pasaría en la intervención con la ayuda de un cráneo de plástico y unos trozos de plastilina.

Además, a diferencia de como se hace con la técnica tradicional, donde hay que esperar a ‘abrir’ para saber el tamaño de la parte a extraer y para cortar el trozo de pelvis, con esta técnica todo está estudiado al milímetro y se puede hacer simultáneamente. «Antes se medía ‘in situ’. Ahora sabemos lo que tenemos que coger y además la inclinación que tenemos que dar a los huesos para que encaje a la perfección», explica el especialista.

Se trata de una cirugía, no obstante, que se debe realizar con premura, ya que desde que se toman las imágenes hasta que se efectúa la operación no pueden pasar más de 20 días, puesto que los tumores, que son la principal causa de estas intervenciones, pueden crecer rápidamente y la planificación no sería válida.

En la operación de este paciente, un hombre joven, participaron simultáneamente cinco cirujanos, cuatro enfermeras, dos anestesistas y un auxiliar. Rodríguez recuerda que se trata de un trasplante, con lo cual también debieron conectarse huesos y arterias en el cuello.

Se ha esperado un año para asegurar la buena evolución del paciente, aunque en las fotos inmediatamente posteriores su rostro tiene una apariencia perfectamente normal.

Desde 2012, el equipo de Joan XXIII ha realizado 45 operaciones de patologías maxilofaciales usando la técnica asistida por ordenador. En lo que se refiere a las técnicas convencionales, el equipo, actualmente formado por siete cirujanos, lleva unos 300 operados desde 1997.

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