Retrasos, despistes y resignación durante la puesta en marcha del Corredor

A todo ello se tiene que añadir que durante buena parte de la mañana, la página web de Renfe no ha funcionado y la aplicación para móviles de la Generalitat no ha actualizado las frecuencias y los recorridos

13 enero 2020 12:24 | Actualizado a 13 enero 2020 12:37
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Los usuarios de Tarragona han recibido con resignación los nuevos horarios de tren que se han estrenado este lunes con la puesta en marcha del nuevo tramo del corredor mediterráneo. En la estación urbana ha quedado una franja sin servicio de una hora y media a media mañana para ir hacia Barcelona y los trenes Euromed ya no se paran en el centro de la ciudad, sino que lo hacen a la estación del Camp de Tarragona. Además, se ha creado una nueva línea, la R-17, que funciona como tren lanzadera entre Tarragona y PortAventura, para suplir el cierre de la estación de Salou para los usuarios de esta localidad. Un tren que, como habían alertado las plataformas ciudadanas, prácticamente no tiene pasajeros.

La entrada en funcionamiento del corredor mediterráneo ha supuesto cambios importantes para la movilidad ferroviaria de la ciudad de Tarragona. Cambios que los usuarios no perciben como positivos. Los trenes de media distancia que conectan la ciudad con Barcelona y Tortosa han sufrido modificaciones de horarios. El más significativo es el vacío de trenes que hay a media mañana. Si hasta ahora pasaban trenes cada 30 o 45 minutos, ahora no hay ningún convoy entre las 9:26 y las 10:56. Y está claro, perder el tren de las 9.26 implica una hora y media de espera. Es lo que le ha pasado a un turista uruguayo, que por pocos segundos no ha podido subir. "Me han dicho que el próximo pasaba a menos cinco, pero me pensaba que se refería a las diez, y no a las once", ha comentado con cierta indignación y estupefacción.

Después de que marchara este tren, durante un buen rato la estación ha quedado prácticamente vacía. Tan solo ha circulado un tren de mercancías, un Talgo sin parada en dirección Barcelona y un Talgo en sentido Valencia, que ha reunido a pocos pasajeros. Uno de ellos es un vecino de Montbrió del Camp, que hasta ahora iba en autobús hasta Salou para cogerlo allí. Con el cierre de la estación salouense, la alternativa es ir hasta la nueva estación de Cambrils Norte. "Intenté comprar el billete la semana pasada por Internet y no hubo manera. Llamé a Renfe y me recomendaron que esta semana viniera a Tarragona", ha explicado. "Espero que para los pueblos de alrededor de Cambrils pongan autobuses que vayan hasta la nueva estación, porque es más práctico ir allí que venir hasta Tarragona", ha indicado.

Entre los usuarios habituales, la sensación es que las cosas no se han hecho bien. "Es un error", ha indicado Martí Compte, que cada día viaja de Vilafranca del Penedès a Tarragona, haciendo transbordo en Sant Vicenç de Calders. En su caso no sufre ningún cambio porque "los trenes cancelados son de media distancia o larga distancia, y yo voy con el Cercanías". La nueva infraestructura tampoco le ha supuesto ninguna reducción en el tiempo de viaje. Con todo, ha empatitzado con los usuarios de las localidades de la costa tarraconense que se han quedado sin tren y ha apuntado que "no se puede quitar el único servicio que tenían estos ciudadanos". Como anécdota, su tren ha llegado con unos diez minutos de retraso. "Cómo es tan habitual, me ha parecido normal", ha indicado con una sonrisa.

Sin Euromed en el centro de la ciudad
Otra consecuencia del nuevo nudo ferroviario es que Tarragona se ha quedado sin trenes Euromed en el centro de la ciudad. Es la única capital de demarcación sin parada urbana de todo el corredor mediterráneo. Ahora, los pasajeros se tienen que desplazar hasta la Secuita, a la estación del Camp de Tarragona, para subir. Una situación que no los ha dejado contentos. Mercè Cerveró es una de las tarraconenses que desde el primer día ha empezado a "sufrir" los inconvenientes del cambio. Ha subido al Euromed que ha salido de Camp de Tarragona en dirección sur a las 7:51 horas. "Es un mal paso por nosotros, nos han fastidiado. Vivo en el centro de Tarragona y hasta ahora podía ir a coger el tren a pie. Ahora tengo que coger el coche y pagar el parking, que es excesivamente caro. Solo nos queda callar y aguantar", ha expresado. En su caso, el ahorro de tiempo de trayecto por la nueva infraestructura, "no compensa nada". Además, según ha dicho, el horario de autobuses entre Tarragona y Camp de Tarragona "no está ajustado".

La opinión la comparte con Toni Guerra, otro tarraconense que no ve beneficios con la nueva configuración. "Hemos perdido. El trayecto se acorta unos veinte minutos, pero estos los pierdes con el tiempo que gastas en ir hacia Camp de Tarragona y aparcar. Es más molestia", ha asegurado. Guerra ha razonado que "como tarraconense es una pérdida importante" no tener una estación central potente. Una situación que se arrastra "desde hace tiempo".

En el centro de la ciudad, la sensación es similar. "Me es muy difícil ir hasta Camp de Tarragona y hoy que voy hasta Girona tardaré más de tres horas", ha explicado a pie de andén Mercè González. Esta pasajera ha tenido que coger un tren de media distancia hasta Passeig de Gracia, hacer transbordo con media hora de espera y coger otro tren hacia Girona. "El Euromed iba bien, pero ya no pasa por aquí. Tarragona, siendo una ciudad grande, tendría que tener más buen servicio", ha valorado. En su opinión, "el error fue poner la estación allí", ha asegurado en referencia a la de Camp de Tarragona.

A todo ello se  tiene que añadir que durante buena parte de este lunes por la mañana, la página web de Renfe que facilita información horaria de los trenes no ha funcionado. Y la aplicación para móviles de Cercanías de la Generalitat todavía no ha actualizado las frecuencias y los recorridos. Tampoco consta todavía la existencia de la nueva línea R-17 entre Tarragona y PortAventura.

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