El Tiempo
Estado Carreteras
Whatsapp
Encuesta
Directorio Empresas
Las asociaciones de vecinos de Tarragona no han cobrado todavía la subvención del Ayuntamiento que les permite hacer frente a las fiestas del barrio y, sobre todo, los gastos de los locales sociales. Hace dos años, la concejal de Relacions Ciutadanes, Elvira Ferrando, se comprometió ante las entidades vecinales a pagar la subvención antes de Sant Joan. El nuncio fue muy celebrado por parte de las asociaciones.
Pero hoy es 18 de julio y aún no han cobrado. Es por esto que tanto la Federació d’Associacions de Veïns de Tarragona (FAVT) como la Federació de Veïns de Llevant, piden el «cese inmediato» de la concejal.
La consecuencia directa de la demora en las ayudas económicas es que los miembros de las juntas de las asociaciones deben hacer frente a los gastos, como la luz, el agua, la comunidad, el Internet o los seguros requeridos. Además, muchas entidades se han visto obligadas a recortar la programación de actos festivos a última hora. Otras aún no tienen claro si podrán celebrar las fiestas.
Por su parte, la concejal de Relacions Ciutadanes del Ayuntamiento de Tarragona, Elvira Ferrando, pide, ante todo, disculpas a las entidades y justifica el retraso a causa de una baja laboral de la persona encargada de gestionar estas ayudas. «Asumí el compromiso porque estaba convencida de que con el personal que teníamos era posible. No sabía que me encontraría con una situación como esta», asegura Ferrando.
La concejal se excusa asegurando que la mayoría de asociaciones de vecinos presentaron mal la documentación requerida para las subvenciones, «cosa que aún ha retrasado más el pago», explica.
Falta de información
«Nosotros no somos ni gestores, ni administrativos ni tenemos tres postgrados. Solamente somos voluntarios que luchamos por nuestros barrios». Así lo asegura Cristina Berrio, presidenta de la FAVT, quien asegura que los trámites y procedimientos para solicitar la subvención son complejos. «Hace tiempo que venimos denunciando que la plataforma digital en la que tenemos que colgar la información no funciona y se queda colgada dependiendo del peso de los documentos», asegura Berrio, quien añade que 67 asociaciones presentaron mal los papeles y solamente tres lo hicieron todo bien. Aun así, Berrio asume el error por parte de las entidades.
No fue hasta junio cuando el Ayuntamiento cubrió la baja laboral. Dos días antes de Sant Joan, el sustituto se puso en contacto con las entidades pidiendo la documentación que faltaba. Ya no había tiempo de reaccionar. Las primeras fiestas de los barrios estaban a punto de llegar y no disponían de liquidez.
«Si el Ayuntamiento hubiera reaccionado a tiempo, las carencias en los documentos se habrían solventado en el mes de abril, no en junio», recrimina la presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Llevant, Gemma Fusté, quien asegura que «si el consistorio exige que debemos cumplir con el plazo, también debe hacerlo la administración».
Las entidades tuvieron que presentar la justificación de la subvención del año pasado antes del 20 de enero, y la solicitud para la ayuda del 2018, en el mes de marzo. La partida económica para las ayudas a las asociaciones de vecinos es de 160.000 euros, repartidos entre todas.
«Ferrando no ha estado a la altura de las circunstancias», asegura la FAVT, quien envió el pasado jueves una carta al alcalde Ballesteros pidiendo el «cese inmediato» de la concejal. También se suma a la petición la Federació d’Associacions de Llevant, quien asegura que «tenemos facturas de teléfono por pagar y no paramos de pedir favores». Por su parte, la presidenta de la FAVT, Cristina Berrio, asegura que «el problema es que las entidades vecinales hicimos nuestras cuentas y no contábamos con no haber cobrado aún.
Por su parte, Jacinto Moreno, presidente de Siglo XXI –otra federación de asociaciones– se desmarca de la demanda, pero recrimina al equipo de gobierno y al resto de grupos municipales «no haber hecho nada al respecto. Pedimos explicaciones».
El encuentro, mañana
El barrio Parc Riuclar celebró el fin de semana pasado sus fiestas. «El día anterior estuvimos a punto de anularlas. No teníamos dinero y ya nos habíamos comprometido con el equipo de sonido para hacer un concierto importante», explica Mari Mar Puerta, secretaria de la Associació de Veïns del Parc Riuclar, quien asegura haberlo pasado muy mal.
Miguel Ángel Cruz, presidente de la asociación de vecinos de La Floresta, explica que «si no hubiera sido por los vecinos no habría habido fiestas», y reconoce que «el problema no son las fiestas, sino el mantenimiento del local: la luz, el agua, la comunidad y el seguro. Lo que gastamos en fiestas es una pequeña parte de la subvención».
Gemma Fusté, también presidenta de la Associació de Veïns de Ferran, asegura que «finalmente nos hemos visto obligados a poner dinero de nuestro bolsillo para que el banco deje de devolver los recibos del teléfono».
En una situación muy parecida se encuentran Alfonso López y Juan Benítez, de la asociación de Buenos Aires y Parte Baja de Bonavista, quienes con su aportación y la de otros vecinos y comercios han podido celebrar las fiestas.
Mañana, representantes de los vecinos y del Ayuntamiento se verán las caras en una reunión de la comisión de valoraciones. «Se ha firmado un decreto de urgencia y estará en exposición durante cinco días naturales. Si no hay alegaciones, se aprobará la medida y se pasará al departamento de tesorería», explica Ferrando, quien asegura que antes de acabar el mes de julio, las entidades vecinales cobrarán».
