Ricomà, a evitar la primera prórroga

Política. El gobierno local inicia este miércoles con la CUP, PP y PSC la negociación para que la ciudad no se quede por primera vez sin cuentas

20 noviembre 2019 08:30 | Actualizado a 20 noviembre 2019 19:18
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Llega la hora de la verdad. El gobierno municipal inicia hoy, a partir de las nueve de la mañana, las negociaciones para evitar que, por primera vez, el Ayuntamiento de Tarragona tenga que prorrogar el presupuesto. Por ello, el ejecutivo liderado por el alcalde Pau Ricomà (ERC) da el pistoletazo de salidad a las conversaciones con CUP, PP y PSC para intentar lograr la mayoría necesaria para tirar hacia adelante las cuentas del próximo año, ya sea sumando la mayoría que el pasado 15 de junio hizo posible el cambio de gobierno, o bien buscando un plan B.

La primera cita del gabinete de la Plaça de la Font será con la CUP. La delegación del ejecutivo –liderada por el propio alcalde y el concejal de Serveis Centrals, Jordi Fortuny– romperá el hielo con las dos ediles cupaires: Laia Estrada y Eva Miguel, que durante las últimas semanas se han desmarcado de Esquerra en las principales votaciones del pleno –como la subida de la tasa de la basura o en el agua– pese a avalar la investidura hace cinco meses.

Pese a ello, ayer Estrada se mostró optimista, al afirma que «esperamos que el cambio se refleje en los presupuestos» y «podamos votar favorablemente por primera vez unas cuentas de Tarragona». La CUP pide que el 6% de los números se destinen a Educació, así como un 0,5% para Polítiques d’Igualtat. También piden que el Consistorio se persone en los casos de Coaching, Jaume I y la Budellera.

El alcalde y Fortuny

Posteriormente, a las 11 horas, Ricomà y Fortuny –con algún otro concejal– se reunirán con José Luis Martín (PP). Con toda probabilidad, este será un encuentro de trámite, ya que el PP no apoyará las cuentas municipales. La formación conservadora pide una rebaja del 25% del IBI, así como un millón de euros para destinar a la vía pública; otros 500.000 para un plan de rehabilitación de la zona centro; y otro millón para la Rambla del Mar, que debe unir la Rambla Vella con la Plaça dels Carros.

La primera jornada de negociaciones se cerrará a la una del mediodía, cuando los ediles de ERC se verán con los representantes socialistas, liderados por la portavoz Sandra Ramos. En lo que se lleva de mandato, los socialistas han mantenido una actitud constructiva con el gobierno, apoyando la mayoría de ordenanzas fiscales, hasta el punto de que ahora el PSC es una seria opción para Ricomà para poder aprobar las cuentas.

«Vamos a la reunión con el espíritu de escuchar más que de exponer prioridades. Queremos ver qué planes tienen», afirma Ramos, quien recalca –sin embargo– de que «para nosotros, los servicios sociales son claves. No admitiremos una rebaja en su presupuesto», así como el proyecto del bus gratuito, «que es el eje de nuestro modelo de ciudad». Mañana llegará el turno de Junts per Tarragona –que se espera que avale las previsiones– y, el viernes, será la hora de Ciutadans, que dará la espalda a las previsiones de un Ricomà que queda a expensas del PSC o de la CUP.

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