Ricomà acentúa los gestos para convencer a la CUP

Presupuestos de Tarragona. ERC ha dado pasos en varias de las condiciones de las cupaires, que exigen 300.000 euros para el estudio de la calidad del aire

15 octubre 2019 07:40 | Actualizado a 08 diciembre 2019 17:32
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Pese a los altos y a los bajos que Esquerra mantiene con la CUP en la Plaça de la Font, lo cierto es que el alcalde de Tarragona –Pau Ricomà (ERC)– sabe que necesitará los votos favorables de las dos concejales de anticapitalistas –Laia Estrada y Eva Miguel– para aprobar los presupuestos municipales para 2020 y evitar tener que prorrogar las cuentas de este año –diseñadas por PSC y PP, con la abstención de Ciutadans–.

Por ello, a lo largo de los últimos días el ejecutivo liderado por los republicanos ha acentuado los gestos hacia las cupaires, que ya se han desmarcado en varias votaciones presupuestarias en las empresas municipales, como en las cuentas de Tarragona Ràdio y Espimsa. La CUP –que ha enfriado las posibilidades de entrar en el gobierno municipal– pide a Ricomà «hechos y no solo gestos» en los cinco puntos que, en junio, pusieron sobre la mesa para avalar la investidura del político de Esquerra.

En esta linea, Estrada y Miguel exigen ver reflejadas en las cuentas las peticiones para llevar a cabo el estudio sobre la calidad del aire; el censo de los pisos vacíos; la derogación de la Budellera; la apuesta por la participación ciudadana; y el estudio para la internalización de la basura y de otros servicios externalizados. «Estos son los puntos mínimos para empezar a hablar, no para el sí», recalcan.

«TGN debe liderar el estudio»

Consciente de ello, Esquerra ha llevado a cabo varios anuncios en los últimos diez días para intentar allanar el camino de la negociación, de cara a convencer a los dos votos que –suponiendo que Junts per Tarragona también las avale– permita aprobar las cuentas municipales.

El primer paso lo dio el pasado día 4 el concejal de Medi Ambient, Xavier Puig, en relación al estudio sobre la calidad del aire. Sobre ello, el edil de ERC apuntó que «hemos empezado conversaciones informales con otros municipios del entorno del polígono químico de Tarragona para llevar a cabo el análisis». Además, el portavoz de Esquerra añadió que «no lo queremos hacer de manera aislada, sino concertada y pactando la metodología científica y un sistema que garantice que el estudio lo realice un grupo independiente». El concejal anunció el compromiso en la Taula de la Qualitat de l’Aire de la Generalitat.

Precisamente, este es el condicionante que aún mantiene a distancia a la CUP, que considera que la Taula presidida por el Govern «es el ente que se inventaron Ballesteros y la Generalitat para frenar el estudio», según indica Laia Estrada. En este sentido, la exigencia de la CUP es ver reflejados en los números del próximo año los 300.000 euros que, consideran, deben servir para «liderar el estudio» del polígono sur.

Modificación del POUM

Otro de los aspectos de conflicto es el relativo a los pisos vacíos. La pasada semana, el Ayuntamiento avanzó que el próximo año gravará con un 50% extra el IBI de los inmuebles que estén sin ser ocupados. Este anuncio generó un cierto malestar en la CUP, ya que llegó escasos minutos después de una rueda de prensa de las cupaires. Asimismo, la petición de las anticapitalistas es la de impulsar el censo de las viviendas vacías. «Debe dejarse claro cuanto antes si el análisis puede hacerse con el personal municipal o si debe incluirse una partida presupuestaria», pide Estrada.

El tercer paso de los últimos días se dio el pasado viernes, cuando de nuevo Xavier Puig anunció que el Consistorio rechaza de nuevo el proyecto de la Budellera, que este jueves será votado en el pleno municipal. El edil republicano justificó la decisión por «motivos técnicos», y no descartó una posible modificación del Pla d’Ordenació Urbanística Municipal (POUM) para dar el carpetazo definitivo al nuevo barrio dibujado en la planificación de futuro de la ciudad. De hecho, ésta es la exigencia de las cupaires, que quieren un acuerdo vinculante para «no tener el proyecto solo parado, sino que se descarte definitivamente para que deje de ser una amenaza».

Dos millones para participativos

Hasta la fecha, en los dos ítems en los que Esquerra no ha hecho ningún guiño –de momento– a la CUP es en los presupuestos participativos y en la tasa de la basura. En el primer aspecto, el partido de la oposición ha puesto sobre la mesa la necesidad de incluir una partida de aproximadamente unos dos millones de euros, que es el 1% del presupuesto.

Finalmente, el último punto para iniciar los conversaciones es en lo relativo al estudio para internalizar durante este mandato el servicio de la basura, que actualmente está siendo gestionado por FCC. El concejal de Serveis Centrals, Jordi Fortuny (ERC), ha asegurado en más de una ocasión que los técnicos municipales empezarán a estudiar en breve este servicio, que podría recuperarse «parcialmente» cuando acabe la actual concesión en mayo de 2023. Quedan, pues, varias semanas de un otoño que, Procés aparte, se presenta de alto voltaje.

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