Ricomà no hará nada este año en la plataforma del Miracle

Los presupuestos no contemplan ninguna partida para mejorar la estructura de hormigón, porque para el gobierno municipal no es «una prioridad a corto plazo»

29 febrero 2020 19:00 | Actualizado a 31 marzo 2020 11:06
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La plataforma del Miracle, cerrada desde julio de 2013, no es una prioridad a corto plazo para el actual gobierno municipal, liderado por el republicano Pau Ricomà. Muestra de ello es que los presupuestos presentados hace unas semanas no prevén ni un euro para solucionar la problemática. La plataforma de hormigón continuará cerrada al público y en estado aparente de abandono, al menos durante el próximo año.

A pesar de ello, el portavoz del equipo de gobierno, Xavi Puig, reconoce que la situación actual del equipamiento es «inaceptable, pero hay otras prioridades más urgentes, como por ejemplo, la Part Baixa». Puig asegura que «la plataforma del Miracle es uno de los muchos problemas que tenemos en la ciudad. Nos preocupa y estamos trabajando en ello». El Ayuntamiento ve con buenos ojos el proyecto que se redactó hace dos años y que el equipo de Josep Fèlix Ballesteros (PSC) tenía intención de desarrollar durante el año 2019.

La idea era que, aprovechando la finalización de las obras del Passeig Marítim, se reformara de manera integral la plataforma para hacer el espacio más agradable. La remodelación prevista tenía un coste de 600.000 euros y contemplaba una zona verde, otra para juegos infantiles y un espacio dedicado al carril bici. Además, el proyecto contaba con una pérgola muy grande que permitiría acoger un restaurante o un bar. No obstante, lo más importante era sellar las juntas de hormigón. Su mal estado es el culpable de que el equipamiento esté cerrado.

La intervención también preveía reparar las vallas, reponer los elementos de madera y metálicos, y hacer un tratamiento a las pérgolas ya existentes, que se han degradado con el paso de los años y se han convertido en la casa de las palomas tarraconenses.

«Lo vemos con buenos ojos»

El actual equipo de gobierno ve con buenos ojos este proyecto, aunque prevé hacer alguna modificación. «Nuestra idea es elaborar un trabajo más de ingeniería y de arquitectura. Nos gustaría recuperar el espacio, hacerlo más accesible, como si de una plaza pública se tratara», explica el portavoz del gobierno municipal, Xavi Puig, quien añade que también habrá la posibilidad de poner una cafetería con chill out, como elemento dinamizador. Puig calcula que el lavado de imagen de la plataforma puede costar aproximadamente unos 800.000 euros. «Sabemos que es un espacio que puede resolverse, pero todo a la vez no puede ser», explica el portavoz, quien asegura que este año no se llevará a cabo ninguna actuación en el lugar. «Queremos darle un par de vueltas más al proyecto. Además, entendemos que hay asuntos más urgentes a tratar, como por ejemplo, el estado de la Part Baixa de la ciudad. Nos toca priorizar», añade Puig, quien no descarta poner en marcha el plan antes de terminar esta legislatura.

Durante los últimos siete años, el debate sobre si derribar la estructura de hormigón o no ha estado siempre encima de la mesa. El equipo de Ricomà asegura que la plataforma no le gusta. «Es muy invasiva con el paisaje, lo sabemos. Pero creemos que es mejor aprovecharla que tirarla al suelo», acaba Puig.

Por otro lado, el portavoz del gobierno municipal se compromete a revisar el estado de las instalaciones para mejorarlo. Y es que actualmente, algunas de las vallas que limitan el acceso no hacen su función y, con el paso de los años, algunas partes están llenas de hierbajos y de pintadas.

Siete años cerrada

La plataforma del Miracle cerró al público el 3 de julio de 2013, por no ser suficientemente segura. La Dirección General de Costas instó al Ayuntamiento de Tarragona a prohibir el acceso, después de que un hombre se accidentara y presentara una reclamación patrimonial contra el Consistorio. Según un informe técnico, el espacio presentaba importantes deficiencias. La más destacable es el desnivel que muestran algunas de las placas de hormigón que conforman el suelo. Además, también había carencias en las barandillas, en los bancos y en las pérgolas. El Ayuntamiento pidió ayuda al Estado para invertir en el recinto. Desde entonces, la plataforma está cerrada al público.

Y todo apunta a que la estructura seguirá degradándose. El gobierno de Ricomà no tiene previsto ninguna inversión para recuperar el espacio. Al menos durante este año 2020.

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