Ricomà se olvida del palau

El Patronat Municipal d’Esports (PMT) no prevé, a día de hoy, gestionar el Palau d’Esports a lo largo de 2020. Esto es lo que se desprende del hecho de que, ayer, el Consell Rector del organismo municipal aprobara –con los votos a favor de ERC, Junts per Tarragona y Comuns; y las abstenciones de PSC, Cs y PP– el presupuesto del próximo año, en el que no aparece ni un solo euro para el mantenimiento del pabellón, que aún es propiedad de la Generalitat de Catalunya y que cuyo traspaso es motivo de divergencia entre departamentos liderados por Junts per Catalunya y ERC. Fuentes municipales indican que "no se puede prever una partida para un equipamiento que aún no es municipal". 

Las cuentas, que en su totalidad crecen un 5,9% para llegar hasta los 4,9 millones de euros, contemplan un incremento del 2,8% en el capítulo de personal, mientras que se aumentará en 100.000 euros la aportación del Ayuntamiento, hasta llegar a los 1,9 millones de euros. A esta cifra que se le sumarán otros 125.000 euros en concepto de inversiones.

La piscina olímpica, todo el año

Una de las novedades que se especifica en el informe elaborado por el gerente del patronato, Ramon Cuadrat, es que el órgano público prevé que en 2020 la piscina olímpica Sylvia Fontana –ubicada en el Anillo Mediterráneo de Campclar– esté abierta todo el año «después de que en el PAM de 2019 se presentara el proyecto de climatización», que «actualmente se está preparando para salir a licitación», especifica.

Fuentes municipales indican que "no se puede prever una partida para un pabellón que aún no es del Ayuntamiento"

Asimismo, en las previsiones para el próximo año se prevé un incremento del 13% en los ingresos de los abonados, «a consecuencia de la tendencia de aumento de personas abonadas que se ha experimentado desde el último trimestre de 2018, y que se ha confirmado a lo largo de 2019», afirma el alto cargo municipal en el documento al que ha tenido acceso el Diari.

«Números continuistas»

A la salida del consejo rector, el edil del PSC Berni Álvarez calificó las previsiones como de «continuistas» respecto a las de 2019, indicando que «echamos en falta el detalle de una mayor concreción en la planificación de eventos», y recordó que «sigue pendiente detallar la gestión del Palau».

En este sentido, Cristina Guzmán (Junts per Tarragona) considera que las cuentas del próximo año «deberían incluir una partida» para el equipamiento, que en estos momentos es objeto de una negociación de carácter jurídico entre Govern y Consistorio. «Seguimos insistiendo en la necesidad de que este equipamiento sea del Ayuntamiento para poder abrirlo a la ciudadanía», indica la edil, quien añade: «Debe estudiarse segmentar el contrato de mantenimiento para que el Patronat elabore uno de propio que mejore su eficacia y control».

En la misma linea se expresa Eva Miguel (CUP), quien reivindica «invertir en equipamientos deportivos», como por ejemplo «los campos de fútbol, ya que presentan deficiencias importantes». Las cupaires ponen sobre la mesa el hecho de apostar por el Palau para que este «esté en condiciones para ser usado y evitar que se una al listado de grandes runas».

Más crítica se muestra Elisa Vedrina (PP), quien indica que se trata de un presupuesto «de continuidad» que, a su juicio, demuestra que «el cambiar por prosperar de Ricomà no ha llegado al deporte de Tarragona». Finalmente, José Luis Calderón (Ciutadans) afirma que el Patronat «debería corregir algunos contratos de sus servicios para que su presupuesto fuera más beneficioso».