Ricomà ultima un nuevo paquete de medidas para frenar la covid-19 en Tarragona

El alcalde reinicia este martes la actividad política con una Junta de Portaveus en la que expondrá a los partidos la situación sanitaria de la ciudad

24 agosto 2020 17:50 | Actualizado a 19 enero 2021 22:52
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Cuando veas las barbas de tu vecino cortar –Reus– pon las tuyas a remojar. Con esta frase podría definirse la situación en la que el alcalde de Tarragona, Pau Ricomà (ERC), inicia esta semana el nuevo curso político, el segundo de su mandato en la Plaça de la Font, que de nuevo estará monopolizado por el coronavirus. Después de un verano en el que los casos han ido in crescendo –con una especial incidencia en la capital del Baix Camp–, el máximo representante municipal retoma este martes, a partir de las 17.30 horas, la actividad política con una Junta de Portaveus telemática que tiene un único punto en el orden del dia: «Informar sobre diversas actuaciones en relación con la Covid-19 en la ciudad».

Según las fuentes consultadas, el ascenso de positivos de las últimas semanas ha puesto en alerta al gobierno municipal (ERC-Comuns), que ya ultima un nuevo paquete de medidas para frenar la expansión del coronavirus, que en el caso de Tarragona ha afectado a un total de 948 personas, según datos de la Generalitat de Catalunya. A diferencia de la pasada primavera, sin embargo, ahora no está en vigor el Estado de Alarma, por lo que el poder municipal para restringir la vida social es mucho más limitada. «No estamos en Estado de Alarma, pero la situación es de alarma», afirmaron ayer fuentes municipales, que reconocieron tener una «gran preocupación» por el ascenso de los contagios.

¿Esta misma semana?

Por todo ello, y ante la situación que se vive a solo 12 kilómetros de distancia, el alcalde ha convocado para esta tarde a las cinco formaciones de la oposición (PSC, Cs, Junts, CUP y PP) para exponerles las posibles medidas a ejecutar, que podrían entrar en vigor esta misma semana. Algunas de ellas aún se están evaluando por cada una de las concejalías, si bien la primera de ellas sería la clausura de las fuentes públicas, que se reabrieron hace solo unas semanas tras permanecer cerradas durante meses. En base a la evolución de las próximas horas, el ejecutivo dará el paso para cerrar de nuevo equipamientos municipales como las instalaciones deportivas o los parques infantiles. Asimismo, el Consistorio también tiene competencias en la vía pública, por lo que en sus manos está la posibilidad, pese a que no haya confinamiento, de modificar el aforo de las terrazas, los espectáculos en la calle o el horario para tirar la basura. «Todo está sobre la mesa, pero la decisión aún no se ha tomado», enfatizaron ayer desde el ejecutivo local.

De momento, el primer paso ya se ha dado con la limpieza. Según anunció ayer en Catalunya Ràdio el segundo teniente de alcalde, Jordi Fortuny (ERC), el Ayuntamiento y la empresa que se encarga del servicio –FCC– ya han pactado las condiciones para intesificar desde el pasado fin de semana «la desinfección de las calles de todas las zonas de la ciudad». Hoy o mañana podrían anunciarse medidas más contundentes.

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