A Antonio G.G. le salió mal la jugada. Había burlado con cierta eficiencia los controles de seguridad del Corte Inglés y llevaba consigo productos alimentarios que no había pasado por caja. Sin embargo, tuvo que salir corriendo en sentido a la Plaça Imperial Tarraco tras ver que había sido descubierto. Para esconder el botín utilizó los bajos de los coches que están aparcados entre la Subdelegación y el Institut Vidal i Barraquer. Esta calle, vigilada por cámaras de seguridad, alertó a los guardias civiles que custodian este edificio estatal. Los agentes identificaron al presunto ladrón y lo retuvieron al comprobar qué estaba haciendo. Alertaron a la Guàrdia Urbana, que detuvo a Antonio acusado de una falta de hurto.
Roba comida y lo pillan las cámaras de la Subdelegación
Acusado de hurto
19 mayo 2017 22:53 |
Actualizado a 22 mayo 2017 18:08
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