Roberto Williams: «Con el plástico nos cambió el mundo, para bien y para mal»

El profesor argentino habla del reciclaje de los materiales más duros en el congreso de los 110 años de la baquelita, que se celebra en Tarragona

17 octubre 2019 08:33 | Actualizado a 17 octubre 2019 08:49
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«Si miramos alrededor, cuánto hay de metal, cuánto de cerámica y cuánto de plástico. Podemos ver que el 90% de lo que nos acompaña es plástico. Con él nos cambió el mundo». Son palabras del profesor Roberto Williams, llegado desde Argentina para participar en el congreso que conmemora los 110 años de la invención de la baquelita y que se celebra hasta este viernes en Tarragona.

La Universitat Rovira i Virgili (URV) es la organizadora de estas jornadas, que por primera vez tienen lugar en una universidad del Estado español. Un congreso que reúne a un centenar de investigadores internacionales, centros tecnológicos y especialistas de empresas. Entre ellos el profesor Roberto Williams, de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

«Estamos en el Océano Atlántico, a 400 kilómetros de Buenos Aires, un centro turístico. Ahí me tocó iniciar un grupo de investigación en materiales. Es un gran instituto, con 250 personas trabajando en todos los campos de los materiales, incluidos los polímeros», explica este investigador.

El congreso se celebra cada dos años en honor de Leo Baekeland, el inventor de la baquelita, en 1909. «Fue un innovador, un emprendedor», manifiesta Roberto. 

La baquelita es el primer polímero totalmente sintético o lo que es lo mismo, «el primer plástico todo sintético», como apunta este químico argentino. «Hoy vivimos la civilización de los plásticos, para bien y para mal. Para bien en muchas cosas porque parte de los aviones son de plástico y también de algunos automóviles. Para mal, la contaminación enorme que está habiendo en los mares, sobre todo, por el mal uso y la falta de reciclado. Esto es lo que hay que mejorar. Pero la ciencia los creó y la ciencia lo va a solucionar», afirma convencido. 

«No es que todo es baquelita ahora. Es que fue el primer plástico totalmente sintético»

La particularidad de la baquelita o de los polímeros termoestables es que una vez que se forma no cambia, incluso a altas temperaturas. Y precisamente el reto de este material duro es su posible reciclaje, de acuerdo con los tiempos que corren y la sostenibilidad del medio ambiente.

En este sentido, la ponencia del profesor Roberto Williams versa sobre el futuro de estos polímeros termoestables. «Su reciclaje era algo que era impensable y ahora algunas empresas, de forma incipiente, ya están empezando a llevarlo al mercado», un proceso que este profesor emérito compara con los sopladores de vidrio, «que lo hacen a altas temperaturas». 

Y para ilustrarlo, pone un ejemplo práctico. «Estos materiales se utilizan en los molinos eólicos, que están elaborados con resinas epoxis, que tiene el mismo concepto que el termoestable, aunque es otra familia. Y lo que es interesante es que con las nuevas formulaciones se podrían reparar estas estructuras. Si actualmente se produce una rotura en un aspa se tendría que reemplazar. Con la nueva opción es posible repararla, calentándola.

Y además, se podría hacer de forma remota, sin necesidad de introducirla en un horno», lo que evitaría desmontar el molino, cargarlo, repararlo, etc. «Es algo que nos ha despertado a todos, nos ha llevado de vuelta a este campo».

Al margen del congreso, es la primera vez que Roberto Williams visita Tarragona, una ciudad que califica de «amable y muy linda para caminar». Y que sin saberlo, este especialista ya llevó a cabo la tradición tarraconense de tocar ferro mirando el mar. Eso, además de disfrutar de su mejor gastronomía junto a su familia. Su esposa y una hija que reside en Bélgica con la que se ha reunido junto con sus nietos.

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