Robots que interpretan emociones

Salud. Investigadores de la URV crean un robot que detecta el estado emocional de personas con discapacidad intelectual

02 julio 2018 09:51 | Actualizado a 02 julio 2018 15:27
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Un investigador del departamento de Ingienería Informática y Matemáticas de la URV, Jainendra Shukla, ha creado un robot capaz de saber en qué estado emocional se encuentran las personas con discapacidad intelectual. El trabajo ha sido realizado bajo la dirección de Domènec Puig.

Las personas que padecen esta discapacidad tienen limitaciones para expresar sus emociones. Diversos sensores son capaces de enviar señales al robot, que identifica el estado emocional de cada persona y hace la función de proponer actividades para beneficiarlo y poder así averiguar los gustos de sus usuarios.

El robot, en cuya creación se invirtieron tres años, se centra en el ámbito de la salud mental, sobre todo en niños con trastornos de espectro autista y en adultos con demencia.
 

Shukla asegura que la finalidad de esta investigación es mejorar la rehabilitación cognitiva en estas personas, con el fin de aumentar su autonomía y mejorar su calidad de vida. En este proyecto no ha estado solo, ha colaborado con la Fundación Ave María, que trata la atención integral de pacientes con discapacidad intelectual para los que a día de hoy, no tiene cura. Pero lo que sí tiene, es un margen para mejorar su bienestar. 

La investigación permitió ver cómo mejoraban estas personas a través del reconocimiento de sus emociones para la rehabilitación personalizada en colaboración con el personal del centro médico especializado en este tipo de enfermedades.

El estudio se centró en captar el estado emocional de los pacientes y su nivel de atención a partir de señales fisiológicas como el estado de la piel, el ritmo cardíaco y el encefalograma. 

El robot puede llegar a saber si estas personas están interesadas en una actividad concreta o no, y adaptarse a su estado emocional, cambiando así de actividad si han perdido la atención en ella o detectar si les gusta o no una canción que estén escuchando.

La aparición de este robot implica también reducir en gran forma la carga de los cuidadores a la hora de definir actividades de estimulación cognitiva y ofrecer atención más personalizada a estas personas con discapacidad intelectual.

El proyecto se elaboró en un periodo de tres años y contó con la ayuda de grandes recursos

Patente europea
Jainendra Shukla expuso los resultados de esta investigación durante la defensa de su tesis de doctorado industrial el pasado 24 de mayo. A través de esta tesis, la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona junto con el Instituto de Robótica para la Dependencia, creado por la Fundación Ave María, solicitaron una patente europea en octubre de 2017.

Uno de los creadores, Domènec Puig, asegura que «este proyecto no ha sido el único que se ha realizado. La fundación también creó juegos de ordenador para personas con parálisis cerebral». Puig también explica que «a día de hoy se están trabajando en otros proyectos con nuevos robots para que en un futuro se pueda ayudar a las personas que lo necesiten».

El coste de toda la elaboración del robot ha sido de unos 80.000 euros, pero como reconoce Domènec, «lo más importante en este tipo de proyectos son los recursos, y en este caso hemos tenido una gran ayuda de diversas fundaciones».

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