Un vecino de Torredembarra fue detenido este martes a primera hora de la tarde en la calle Mallorca de Tarragona. Fue una patrulla de la Guàrdia Urbana que terminó esposando al hombre tras mostrar una actitud agresiva y desafiar a los agentes.
Previamente, esa furia se había llevado por delante la parte delantera de una tragaperras y había repartido insultos para la clientela de un bar de esta zona de la ciudad. El valor de la pantalla, según la empresa propietaria, asciende a unos 3.000 euros.
Ante la actitud (se desconoce el origen del cabreo del cliente) y los daños llevados a cabo, los agentes se llevaron detenido al torrense de 40 años y ha sido acusado de un delito de daños y otro de amenazas. No se descarta incluir el de desobediencia a los agentes de la autoridad, tras su actitud amenazante y desafiadora.