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La plaza de las Comunidades Autónomas de Salou es testigo cada martes de un curso de primeros auxilios de socorrismo gratuito para todos los públicos.
La sesión arranca a las 11 horas de la mañana y enseña a todos los que se acercan al lugar ubicado en la playa de Levante a cómo actuar en caso de encontrarnos a una persona que se está ahogando en el mar o a un ser humano que ha sufrido una parada cardiorespiratoria y se encuentra tumbada en el suelo.
En el caso de encontrarnos una persona en el suelo hay que ir a ver cómo está, preguntarle y tocarle para ver si reacciona. Si el paciente no responde hay que proceder a llamar al teléfono de emergencia, el 112. Mientras llega la ambulancia esa persona puede que se esté muriendo, por lo tanto hay que proceder a realizarle un masaje cardíaco.
Hay que tener mucho cuidado con la colocación de las manos. La manera correcta de realizar comprensiones es colocar el talón de la mano en la parte central del pecho. Con la otra mano entrelanzada con los dedos mirando hacia arriba, nunca en dirección a las costillas porque cuando se aplique la fuerza se pueden fracturar las costillas y entonces se dañaría más el paciente. Hay que aplicar mucha fuerza con los brazos y el cuerpo ya que hay que provocar un hundimiento del pecho de unos 5 o 6 centímetros.
La cifra exacta de compresiones es de 30, se pueden contar en voz alta para saberlo de forma exacta.
Una broma interna entre socorristas y servicios de emergencia es que el ritmo de las compresiones sobre el pecho debe ser el equivalente a la famosa canción de La Macarena. La socorrista pidió a los asistentes al curso que cantaran la canción mientras ella masajeaba al muñeco. Fue uno de los momentos más graciosos de la mañana.
Una vez finalizadas las 30 compresiones debe practicarse insuflaciones, o más conocido como el famoso boca a boca. Nadie está obligado a hacer esta maniobra sin una mascarilla protectora que se le pone al paciente en el momento de introducir el aire al paciente.
Todos conocemos el famoso mito de que los socorristas son atractivos. Unas cuantas señoras aprovecharon el curso para intentar practicar con el socorrista alguna que otra técnica de salvación ante la risueña mirada y expresión del socorrista que se lo tomó con muy buen humor durante toda la mañana.
En el caso de sacar a una persona ahogada del agua se debe actuar de forma distinta. El ritual de llamar a los servicios de emergencia debe hacerse siempre. Pero esta vez se realizarán 5 insuflaciones para que el paciente reaccione. Si echa agua por la boca será muy buena señal. Si no, deberán realizarse las mismas compresiones para intentar salvarle la vida al paciente.
Otro de los métodos de reanimación es utilizar si tenemos a mano un desfibrilador. Este elemento que puede salvar vidas lo podemos encontrar en cualquier farmacia o playa. El aparato funciona de forma automática. En los electrodos aparece el lugar exacto donde deben ir colocados, uno en la parte superior del pecho derecho y otra debajo del pecho izquierdo.
La máquina habla sola y hace en todo momento las descargas de forma automática. Es importante que nadie toque al paciente en el momento en el que el desfibrilador va a actuar con descargas eléctricas para salvarle la vida.
