Santa Tecla: de la cuna a la tumba

La institución, con origen en el año 1171, ofrece servicios sanitarios, pero también sociales, en el Tarragonès y Baix Penedès. Acompaña a los ciudadanos en todas las etapas de la vida

07 febrero 2019 09:39 | Actualizado a 07 febrero 2019 09:57
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Es sabido por los tarraconenses que la Xarxa Santa Tecla gestiona el hospital de la Rambla Vella y algunos ambulatorios del territorio. Pero esto solo es la punta del iceberg para el universo Santa Tecla. Son muchas las habladurías que existen alrededor de esta institución. ¿Quién la gobierna? ¿Quién la financia? ¿Cuándo y por qué nace? ¿A quién da servicio? ¿Y el cementerio, de quién es? Éstas son algunas de las preguntas más recurrentes. El objetivo de este artículo es, sobre todo, despejar algunas dudas que permitan entender mejor las interioridades de esta institución, que controla la vida de los tarraconenses desde su nacimiento hasta el día de su muerte. Incluso después.

En los años 90, la Generalitat absorbe hospitales privados, como el de Santa Tecla

El nombre completo del ente es Xarxa Santa Tecla Sanitària i Social. Se trata de una plataforma que da servicio a las personas más vulnerables del territorio, desde enfermos, huérfanos, ancianos y discapacitados. Lo más sorprendente de todo: su origen se remonta, nada más y nada menos que, al año 1171. Era en el siglo XII cuando un arzobispo gobernaba Tarragona. Hizo construir una iglesia –la Catedral–, las dependencias de los canónigos, un palacio y también una hospedería-hospital, en la calle Les Coques, donde ahora se encuentra el edificio del Consell Comarcal. Este último recibió el nombre de Hospital de la Seu o de los pobres. Y aquí empieza la historia el Hospital de Santa Tecla. Parece ser que el administrador del centro cedió a un campesino unos terrenos en la Budallera, a cambio de que la novena parte de la cosecha sirviera para mantener el hospital. 

Llegada a la Rambla Vella
El centro sanitario siguió en la calle Les Coques hasta el siglo XV, cuando llegaron las organizaciones civiles, es decir, el Ayuntamiento, quien decide construir otro hospital en la ciudad. Pronto se fusionaron ambos centros y el edificio de Les Coques quedó pequeño. Tarragona empezó a crecer hacia el mar, el arzobispo urbanizó la Rambla Vella y cedió algunas fincas a diferentes comunidades religiosas, como la orden Franciscana y la de los Agustinos –de ahí que hoy en día haya tantas iglesias en la avenida–. El arzobispo decidió que una de estas fincas era para el hospital.

Hay 29 municipios del Tarragonès Nord y del Baix Penedès donde la Xarxa Santa Tecla Sanitària i Social ofrece sus servicios, desde ambulatorios, hospitales, centros de día y residencias, entre otros. 

Durante muchos años, el de Santa Tecla fue el único centro sanitario de la ciudad. Hasta octubre de 1967, que entró en funcionamiento el Hospital Joan XXIII. Durante el Franquismo, el gobierno creó la Seguridad Social y su propia red de hospitales. El objetivo era que los trabajadores  pudieran disfrutar de asistencia sanitaria sin necesidad de que el patrón la autorizara. Así llegó a Tarragona el Joan XXIII. 

 

ATENCIÓN SANITARIA

ATENCIÓN SOCIAL

Las particularidades catalanas
En el año 1986, el gobierno español –liderado por Felipe González–, elaboró la Ley General de Sanidad y declaró que todos los ciudadanos, con o sin trabajo, tenían derecho a una sanidad pública. Pero unos años antes, en julio de 1981, Catalunya, con Jordi Pujol como presidente de la Generalitat, reclamaba al Estado las competencias en materia de sanidad. 

El gobierno autonómico empezó a entonces a tejer el mapa sanitario y la sorpresa llegó cuando se dieron cuenta de que solo el 30% de las camas hospitalarias eran de centros que pertenecían a la Seguridad Social. El resto eran hospitales privados. En cambio, en el resto de España ocurría lo contrario. A Catalunya no le quedaba más remedio que aprovechar los recursos existentes y diseñar el sistema sanitario catalán. Así se explican las particularidades con las que se encuentra la sanidad en esta autonomía.

2.687 personas trabajan para la Xarxa Santa Tecla, según los últimos datos de 2017. El ente asegura que actualmente la cifra podría rondar ya a unos 3.000 empleados.

En ese momento, existían en Tarragona tres hospitales: Joan XXIII, Santa Tecla y la Creu Roja. Quien quisiera formar parte del sistema debía seguir unas reglas del juego, sin importar si eran de titularidad privada o pública. Así se configuró la red hospitalaria de utilización pública, más conocida como la XHUP, y también se crea el Institut Català de la Salut (ICS). El gobierno autonómico inició un proceso de acreditación, en la que obligaba a los centros contar con una determinada cartera de servicios. El Hospital de Sant Pau i Santa Tecla se adaptó y pasó a ser un hospital concertado, como por ejemplo lo es ahora el Col·legi L’Estonnac-L’Ensenyança, entre otros.

Actualmente, los ciudadanos que tienen tarjeta de CatSalut pueden visitarse tanto en el Joan XXIII como en Santa Tecla. Pero hay algunos casos en que, tras atender la urgencia, Joan XXIII traslada a los pacientes al hospital de la Rambla Vella. Es el caso de lesiones provocadas por los castells o accidentes laborales, de tráfico o deportivos.

No para de crecer
En el año 2001, Joan Maria Adserà –director general del ente– tiene la necesidad de crear la Xarxa Santa Tecla Sanitària i Social. Por debajo de ella hay cinco fundaciones que ejercen de paraguas de todos los servicios que la institución ofrece. Y es que desde principios del siglo XXI, el ente no ha parado de crecer, tanto en el ámbito sanitario, con más ambulatorios y otro hospital en El Vendrell, como en el ámbito social, con más apuesta por la infancia y las personas discapacitadas. El Tarragonès y el Baix Penedès son el campo de actuación de la Xarxa Santa Tecla.

En el ámbito sanitario, el ente cuenta con el Hospital de Santa Tecla y el del Vendrell. Por otro lado, también gestiona centros de atención primaria. Tres en el Baix Penedès –Calafell, El Vendrell y L’Arborç–, y tres en el Tarragonès –Torredembarra, Tarragona Llevant y Vila-seca–. Además de una veintena de consultorios médicos. En el ámbito sociosanitario, dedicado a la asistencia de enfermos terminales, hay dos centros, el Sociosanitari Santa Tecla Llevant y el de Ponent. 

155 millones de euros fue el presupuesto consolidado de la Xarxa Santa Tecla en el año 2017. El ámbito sanitario es el que genera mayor movimiento económico en esta institución tarraconense.

La segunda rama, pero no menos importante, es la social, como las residencias de ancianos, los centros de día de La Pobla de Mafumet y de Constantí o la atención a domicilio. También incluye la lavandería, en la que trabajan personas con discapacidad intelectual y que proviene de material a toda la institución.

Hace unos cinco años, la Casa Sant Josep, que acoge a niños huérfanos o con problemas familiares, pasó a manos de la Xarxa Santa Tecla. Los usuarios se trasladaron del inmueble ubicado en frente del Camp de Mart a un edificio de la calle Estanislau Figueras. Una operación parecida ocurrió con la Fundació Estela, que trabaja para la integración de personas con discapacidad. 

Hasta el año pasado, la Xarxa Santa Tecla también gestionaba dos guarderías en Tarragona: en Bonavista y en la Vall de l’Arrabassada. Ahora, ambas han pasado a ser de gestión municipal. «Nuestra razón de ser es ayudar a personas vulnerables, con problemas de salud, dependencia o exclusión social. Entendimos que les Llars d’Infants no eran cosa nuestra», explica Adserà.

A la hora de morir, también
Lo mejor de todo está por llegar. La titularidad del cementerio también es de la Xarxa de Santa Tecla. Es decir, que los tarraconenses pagan los nichos a la institución. La gestión, pero, es compartida con el Ayuntamiento, a través de una empresa que se llama Gestión del Cementerio de Tarragona (GCT). La historia se remonta en la época de la Guerra del Francés, cuando no había espacio para enterrar a tantas personas. Hasta ese momento, el cementerio estaba en el interior de la Catedral y el hospital decidió comprar una finca a las afueras de la ciudad. Y hasta hoy. Nunca se ha construido otro. El cementerio cuenta actualmente con siete empleados y los ciudadanos que quieren pagan un nicho y otra cantidad para el mantenimiento del equipamiento.

La historia y la cartera de servicios de la institución demuestran que la Xarxa Santa Tecla está presente en cada una de las etapas de la vida de los tarraconenses. Primero cuando nacen. Y es que son muchas las familias que deciden dar a luz a sus hijos en el Hospital de Santa Tecla. El ente les acompaña día tras día, con los ambulatorios repartidos por el territorio y con los sociosanitarios y residencias de ancianos. Finalmente, Santa Tecla también asiste en el último tramo de la vida, en la despedida, a través del cementerio. Desde el nacimiento hasta la muerte.

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