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Falta un mes para que se cumpla un año desde que los vecinos del bloque 14 de la calle 17 de Bonavista fueron desalojados por parte del Ayuntamiento por seguridad. La vivienda estaba llena de grietas, lo que suponía un peligro para los que vivían allí. Los pisos estaban apuntalados y los vecinos vivían una autentica pesadilla. Pero era su casa. Casi un año más tarde, Francisco Casas, uno de los desalojados, contempla su vivienda, triste y, a la vez, enfadado porqué le han embargado la nómina después de negarse a pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la tasa de recogida y la eliminación de basura. La mayoría de los desalojados se encuentran en la misma situación y, es por esto, que piden al Ayuntamiento que les dejen de cobrar estos impuestos, «ya que fue el propio Ayuntamiento quien nos desalojó», explican los afectados.
El pasado mes de septiembre, el hijo de Francisco Casas, –propietario del piso–, recibió una carta de su entidad bancaria que le informaba que le embargaban parte de su nómina, unos 400 euros. Según la misiva, el motivo era «por deudas administrativas o fiscales», y «ordenado por el Ayuntamiento de Tarragona».
Casas no se lo podía creer. Fue por esto que decidió contratar a un abogado para que solicitará la exención de los impuestos. Así lo hicieron, pero la respuesta fue negativa. Le denegaron la propuesta. «En la respuesta del consistorio aseguraba que no se daban los requisitos para no pagar el IBI y la tasa de basura», explica el abogado de Casas, Pere Lluís Huguet, quien ha presentado un recurso de reposición, «previo al contencioso administrativo».
Por su parte, Casas asegura que «no es justo que tenga que pagar unos impuestos, teniendo en cuenta que no vivo allí porqué me han desalojado», y añade que «no se como pueden hacer esto, nos están robando».
Igual que él se encuentran Toñi Pacheco y Teresa Pérez, también afectadas por el desalojo que tuvo lugar en diciembre pasado. A Pérez le embargaron la devolución de Hacienda. «El Ayuntamiento sabe que no podemos vivir allí, como mínimo, nos podrían cobrar la contribución como si se tratase de un solar, en lugar de viviendas», reclama Pérez. Las dos vecinas aseguran mantener reuniones con la concejal de Serveis a la Persona, Ana Santos, y que, de momento, «confiamos en ella, nos ha dicho que lo va a solucionar», aseguran.
Santos asegura que existen una serie de ayudas y subvenciones para casos de estas características. «Los desalojados de Bonavista no tenían constancia de esto y en una reunión se lo explicamos», y añade que «intentaremos solucionar el problema actual a través de una vía de urgencia, ya que se encuentran fuera de plazo. El año que viene deberán pedir las subvenciones a tiempo y cumplir con los requisitos».
Once duros meses
Ya ha pasado casi un año desde que empezó la pesadilla para estas familias de Bonavista. Aseguran que «el tema está parado». Los abogados siguen trabajando, pero les auguran un futuro no muy esperanzador. Según los arquitectos, se trata de un problema de los cimientos de la vivienda, la cual cosa complica el hecho de poder volver a vivir allí. Los afectados no entran en sus casas desde el pasado 5 de diciembre, y aseguran que aún les quedan cosas dentro, como por ejemplo muebles, que no tuvieron tiempo de sacar.
