Condenado por violar a una mujer en los lavabos de un tren de Barcelona a Tarragona

En el trayecto en tren, el acusado no paró de hacerle insinuaciones e incluso se desnudó
 

03 mayo 2019 06:49 | Actualizado a 03 mayo 2019 06:59
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Un hombre que había conocido a una mujer en la estación de Passeig de Gràcia de Barcelona no paró de hacerle insinuaciones durante el trayecto en tren hacia Tarragona. Finalmente, la violó en el lavabo. Cuando llegó a destino se apagaron las luces y el procesado tuvo que abrir las puertas a la fuerza para poder salir ambos. Ahora, la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Tarragona ha condenado al procesado a seis años de prisión por un delito de agresión sexual y otros cinco de libertad vigilada. Además, durante diez no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros de la víctima, a la que tendrá que indemnizar con 12.150 euros.

Los hechos se remontan a las ocho de la tarde del primer día del año pasado. En la estación, después de entablar una breve conversación, subieron al tren. El acusado se sentó frente a la víctima en un vagón donde casi no había pasajeros.

El procesado le preguntó sobre cuestiones personales, mientras le tocaba las rodillas. La mujer estaba asustada y desconcertada. El hombre le pidió insistentemente que le diera su teléfono, accediendo ella. 

El encausado siguió piropeando a la mujer, puso su mano sobre su barriga mientras realizaba comentarios sobre su físico. La mujer se negó a darle un beso. El le dijo que si lo hacía se bajaría en Gavà. Pero no lo hizo, diciendo que la acompañaría hasta su destino. 

El hombre le dio besos y la tocó. Y le pidió que ella hiciera lo mismo, negándose con rotundidad. Él se desnudó, comenzó a masturbarse y le propuso a la denunciante que lo tocara, negándose ella.

La oposición de ella
El acusado propuso a la mujer que le acompañara al lavabo, pero ella no quiso. Él le cogió la bolsa, que pudo recuperar, pero él se la volvió a quitar. Una vez en el lavabo, el procesado cerró la puerta y empujó a la víctima contra la pared, ante la oposición de ella. Finalmente la violó.

El acusado, durante el juicio, reconoció haber estado en el lavabo. Pero antes señaló que había sido ella la que le empezó a masturbar e incluso le propuso ir al lavabo, pero no para mantener relaciones sexuales sino para realizar tocamientos. Añadió que dicha situación le incomodó e incluso se enfadó. Para los magistrados dicha versión resulta poco creíble, «pareciendo que la misma se ha moldeado en función de las pruebas de obraban o no obraban en el juicio».

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