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Vincular a los jóvenes con la campaña ‘Respecta’m’ y a la vez convertirlos en actores que representen escenas de los temas que les preocupan es la principal intención de los talleres que empezaron ayer en el Espai Jove Kesse y que están auspiciados por el departamento de Política d’Igualtat, el de Prevenció d’Adiccions y el de Joventut del Ajuntament de Tarragona.
Los talleres tuvieron lugar ayer de 16.30 a 18.30 de la tarde y de las 19 a las 21 horas, y habrá una nueva convocatoria el próximo 21 de abril. El proyecto llamado ‘Max in Love respecta’m’, «utiliza el teatro para comunicar con los jóvenes de forma directa», afirma el director de teatro y de los talleres, Antonio Gómez.
El propósito es buscar cuatro actrices y cuatro actores que representen en octubre un espectáculo en el Metropol, con una obra creada por el director y ellos mismos.
Los talleres están dirigidos a jóvenes de entre 14 y 18 años, y el espectáculo lo visionarán estudiantes de 4º de la ESO de toda Tarragona. En los talleres se buscan los talentos de cada uno, cómo trabajan y cuáles son sus aptitudes artísticas.
En la selección la prioridad es que se sientan cómodos. Para ello contarán con un espacio de dos horas para ‘demostrar lo que valen’ para poder actuar.
Tratarán temas como el respeto mutuo, la afectividad, la sexualidad, la drogodependencia, la relación con los padres, el bullying y diferentes preocupaciones de los adolescentes, como su futuro.
Además, una de las intenciones más importantes es vincular el taller con la campaña ‘Respecta’m’, para sensibilizar a los adolescentes en «visibilizar conductas sexistas que parecen normales pero que no lo son», afirma rotundamente Marisa Cerrillo, técnica del Ayuntamiento.
Por ello la campaña «se despliega en el ámbito educativo», asegura Cerrillo, en una obra «de adolescentes para adolescentes», dice la técnica. Pero todo el trabajo no quedará en los talleres y en la obra teatral posterior.
Cuando llegue la representación, se les entregará a los alumnos que la visiten una guía con los temas tratados, para que luego los puedan trabajar en profundidad en sus distintas escuelas.
La respuesta al proyecto está siendo muy buena, ya que hay de momento 50 jóvenes apuntados a los talleres, y Gómez, quien lleva ya 20 años llevando a cabo esta iniciativa en Lleida, afirma que los adolescentes «después de ver el espectáculo se identifican muchísimo», con lo que después es más sencillo que lo puedan comentar en clase.
Es esencial «que los alumnos puedan decir la suya», en opinión del director. También asegura que hay «un antes y un después en las personas» después de ver el espectáculo o de actuar en él. Los jóvenes se dan cuenta de que «el nivel de compromiso y exigencia son muy altos», dice Gómez, por lo que no por ser adolescentes hay más indulgencia en su interpretación.
El número de representaciones en octubre dependerá de la cifra de inscritos, pero en todo caso serán gratuitas para todos los institutos. Además, también contarán con una representación abierta a todos los públicos de la ciudad.
