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«Si no tenemos plaza en la pública, sacaremos la escuela a la calle». Dicho y hecho. Ayer, la Plaça de la Font se convirtió en una clase en toda regla, con sus sillas y sus mesas. Se trataba de la performance reivindicativa por parte de un grupo de familias tarraconenses que reclaman un aumento de las plazas públicas en los colegios de la ciudad. Y es que aseguran que el número de plazas de P3 a la escuela pública del núcleo urbano suma solo un 37% de la oferta, frente al 63% de plazas en las escuelas concertadas.
Las familias denuncian que veinte niños de la zona 1 de Tarragona –la que pertenece a la zona más céntrica de la ciudad– se han quedado sin plaza pública cerca de sus domicilios, para el próximo curso. Es por esto que los padres piden la habilitación de una segunda línea de P3 en una escuela pública de esta zona: El Miracle, L’Arrabassada o el Saavedra. «Queremos dejar claro que nos da igual qué colegio aumente sus plazas, pero creemos que El Miracle es el más capacitado para absorber otra línea más», asegura Laia Ventura, miembro del colectivo de familias afectadas.
En el acto de protesta, se leyó un manifiesto, que contó con el apoyo de la Junta de Personal Docent no Universitari –institución que reúne los sindicatos escolares fuera de la universidad– y de la FaPaC –Federació d’Associacions de Mares i Pares d’Alumnes de Catalunya–.
«La oferta de plazas concertadas es excesivamente desproporcionada en comparación con la de los centros públicos», aseguraba Ventura, quien denunciaba que esta situación obliga a muchas familias a tener que escoger escuelas concertadas para la educación de sus hijos, «una opción que no sería la escogida si aumentaran las plazas en los equipamientos públicos».
El colectivo de familias afectadas se reunió hace unos días con los representantes de la Generalitat y la concejalía del Ayuntamiento de Tarragona para abordar el tema. «Vimos buenas intenciones, pero necesitamos hechos más que voluntad», asegura Ventura, quien añade que «nos dijeron que ya nos dirían alguna cosa, y todavía no sabemos nada. Necesitamos saber ya dónde escolarizaremos a nuestros hijos el próximo curso. Estamos viviendo una situación de incertidumbre, que nos produce mucha angustia».
Por su parte, el director de los Serveis Territorials d’Ensenyament en Tarragona, Jean-Marc Segarra, asegura que «por el momento no está tomada la decisión, ya que no está cerrado el proceso», y añade que «estamos llevando a cabo un estudio y creemos que esta semana ya sabremos algo más».
Revisar las zonas
Por otro lado, las familias de Tarragona también pidieron en el manifiesto que se lleve a cabo una revisión de las zonas de adscripción escolar, pendiente desde hace más de diez años, con el objetivo de que la oferta sea proporcionada a la población y a la natalidad –es decir, a la demanda– en cada zona.
