«Si pierdo este alquiler no tendré forma de subsistir»

Un mujer denuncia como los problemas que causan los ocupas de un edificio vecino al suyo hacen que nadie quiera alquilar el piso que es su única fuente de ingresos

26 mayo 2021 18:20 | Actualizado a 27 mayo 2021 06:01
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«Este alquiler es el único ingreso que tengo en mi vida. Si me quedo sin arrendataria me quedo a cero y no podré susbsistir» explica Paloma de Montemayor, propietaria de un pequeño piso en la Plaça d’en Rovellat de la Part Alta. En los últimos cuatro años la mujer vivió con su madre en otro piso en Tarragona hasta que esta falleció, por lo que, en verano del año pasado, y en vista de que estaba sin ingresos, decidió alquilar el piso de la Part Alta y trasladarse a Gran Canaria. Ahora vive allí con lo mínimo en una tienda de campaña en la montaña.

Pero la posibilidad de subsistir con el pequeño ingreso que supone la renta del piso ahora podría irse al traste porque su inquilina está a punto de dejarlo el mes que viene. La causa son las molestias que ocasionan los ocupas del edificio de al lado. Ya pasó lo mismo con una inquilina anterior y entonces tardó cuatro meses en volver a alquilarlo «porque los interesados se daban cuenta de la situación y se echaban atrás», relata.

Imposible estudiar y descansar

La situación, explica la inquilina, es insostenible. El ruido de la música y las peleas no cesa, especialmente por las noches, y, al tratarse de edificios en los que los vecinos están pared con pared, se escucha como si estuvieran dentro de casa.

La inquilina es estudiante universitaria y el ruido interfiere con sus clases on line y muchas veces espera a la madrugada a que la situación se calme para poder estudiar o hacer trabajos. Además trabaja «y es terrible llegar a tu casa y no poder descansar día tras día... He acabado llorando de puro cansancio», reconoce.

Señala que cuando el ruido sube de volumen los vecinos llaman a la Guàrdia Urbana pero los ocupas no abren la puerta y bajan el volumen momentáneamente. Cuando los agentes se marchan el ruido regresa. «Es una burla» asegura.

Nos enseñan algunos vídeos donde se escucha como se intercalan ruidos, gritos y golpes. En un local cercano explican que las peleas, también en la calle, son una constante.

De Montemayor ha intentado mediar con los ocupas pero, aunque han hablado con ella, el problema no se soluciona. En el transcurso de esas conversaciones le explicaron que el edificio, de tres plantas, está todo ocupado. En él vivirían, según palabras de los propios ocupas, 23 personas, incluidos un mayor con discapacidad, algunos niños, y nueve perros. Ellos mismos admiten que por el sitio han pasado al menos un centenar de personas en los últimos dos años. Se excusan en un Whast App de que no tienen intención de hacer daño a nadie y señalan que «hemos dado vida a un edificio que estaba muerto».

El edificio ocupado es propiedad de una familia que ya habría iniciado el proceso judicial para desalojarlo, pero a de Montemayor le ha sido imposible tener más detalles.

Preguntados respecto al problema de convivencia que se ha generado en la zona, desde la Guàrdia Urbana de Tarragona señalan que «se han recibido llamadas telefónicas y las patrullas se han desplazado cuando han sido requeridas por cualquier ciudadano. Los agentes han informado de las molestias entrevistándose con los ocupas del inmueble. En algunos casos han sido denunciados por infracción a las ordenanzas municipales y en otras la patrulla no ha detectado ninguna molestia».

También aseguran que por parte de la jefatura de la policía local hay planificado un operativo con presencia de agentes para evitar molestias al vecindario.

De Montemayor ha enviado una carta al alcalde y a los concejales Carla Aguilar Cunill i Jordi Fortuny explicándoles su situación. «No pido ni un céntimo para mí, solo pido protección, evitar la pérdida de la única fuente que tengo de subsistencia», les explica. Dice que quiere contar su situación para pedir una solución pero, también, para evidenciar cómo en una situación como esta, los ocupas no son los únicos vulnerables.

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