Siete robos en dos meses en el barrio de La Granja de Tarragona

Era la madrugada del pasado 1 de noviembre, cuando un todo terreno ocupado por cuatro hombres se paró delante de la Carnisseria Inma, en el barrio de La Granja. Los chicos bajaron del vehículo, rompieron la reja y el cristal, y sonó la alarma. Mientras tanto, una vecina llamaba a la propietaria del negocio, Inma Parra, y a los Mossos d’Esquadra. Los ladrones no se pudieron llevar nada, no les dio tiempo. Pero iban preparados. En el lugar de los hechos se quedaron las cajas de cartón que llevaban para hacerse con su botín.

Pero el de Inma no es el único comercio víctima de intento de saqueo. En los últimos dos meses, se han denunciado un total de siete robos en negocios del barrio. Nil Cebrián, propietario de la Panaderia La Granja, lo sufrió el pasado 9 de diciembre, cuando sobre las tres de la madrugada, la alarma de su establecimiento detectó movimiento. Por las cámaras vio como habían roto el cristal. «Fueron directamente a por la caja fuerte, no tengo nada más de valor», asegura Nil, quien sospecha la identidad delladrón.

Un concesionario de coches de segunda mano, un centro de estética o el campo de fútbol de Torreforta son otros de los puntos donde han entrado a robar. También un gimnasio. Su propietario explica que los hechos ocurrieron el pasado 4 de enero a las cuatro de la madrugada. «Me llamó un vecino y tenía la reja totalmente forzada», explica. Los ladrones se llevaron material electrónico, entre otros.

Preparando acciones

La policía confirma la oleada de robos, y no solo en La Granja, sino también en otros barrios de Ponent. No descarta posibles detenciones. La presencia de agentes ha aumentado en los últimos días, lo que tranquiliza a los comercios y vecinos de la zona.

Por su parte, Francisco Rosillo, presidente de la Associació de Veïns de La Granja, pide más efectivos de la Guàrdia Urbana paseando por las calles del barrio. «Nos consta que los agentes están indignados, porque cuentan con recursos muy limitados», explica Rosillo, quien describe que en el barrio se vive un ambiente de inseguridad. «No solo entran a robar en los comercios, también estiran bolsos y fuerzan vehículos», apunta el líder vecinal. Además, Rosillo asegura que «los detienen, pero al cabo de dos horas ya vuelven a estar en la calle».

La entidad está estudiando llevar a cabo algunas acciones de protesta, como por ejemplo, organizar patrullas vecinales durante las noches para evitar más robos en comercios. «No es nuestra competencia, pero algo debemos hacer», concluye el presidente.