Sin acuerdo sobre Iqoxe 8 meses después del pleno monográfico

Han pasado ya más de ocho meses desde la celebración del pleno monográfico sobre la seguridad química del pasado 26 de marzo y los partidos con representación en el Ayuntamiento de Tarragona siguen sin consensuar un texto único de conclusiones que ponga de relieve una unidad de acción ante sucesos como el que pasó el 14 de enero de 2020 en la planta de la empresa Iqoxe, que acabó con la vida de tres personas: dos trabajadores de la compañía y otra, que se encontraba en su domicilio de Torreforta, a 2,5 kilómetros de distancia.

246 días después de la sesión en el Saló de Plens– en la que la nota más destacada fue la ausencia de representantes de la Generalitat de Catalunya ante la negativa en participar del entonces Delegat del Govern, Òscar Peris (ERC)– las tres formaciones que integran el gobierno de la Plaça de la Font –ERC, Junts per Tarragona y CUP– aseguran que «se está trabajando» en la elaboración de un documento único, si bien los partidos de la oposición denuncian no haber recibido aún ninguna propuesta de conclusiones para negociar las enmiendas a incluir y poder concretar, de esta manera, un redactado único avalado por los siete grupos municipales y los no adscritos.

«Fue un punto de partida»

A las puertas, pues, de cumplirse ya los dos años del trágico accidente, el pleno municipal sigue con la asignatura pendiente de acordar un posicionamiento unitario tras escuchar en la sesión específica a entidades, expertos, sindicatos y vecinos. De hecho, justo antes del pleno de hace ocho meses, el entonces portavoz del equipo de ejecutivo local –Xavier Puig (ERC)– aseguró que el objetivo era «acabar el pleno con propuestas de futuro y mirada larga». Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Aún no hay ni un pacto de mínimos. Hasta la fecha, lo único que hay son las conclusiones que presentó cada partido, que es lo que está pendiente de transaccionar para definir un único relato.

«De momento solo se han entregado las conclusiones, alguien del gobierno debería ponerse a trabajar en el Text Refòs, sobre todo por respeto a las personas y entidades que tomaron parte del pleno», indica la portavoz del PSC, Sandra Ramos. En su documento, la principal formación del pleno destaca que el debate del 26 de marzo fue «un buen punto de partida», pero se considera que «en un futuro próximo deben encontrarse espacios para dialogar y trabajar sobre el futuro de la química». En este sentido, afirman «recoger la propuesta expresada por la rectora de la URV, que sugirió liderar y realizar unas jornadas específicas». Asimismo, los socialistas lamentan que, desde el accidente, «no ha habido actuaciones relevantes ni campañas para mejorar la información y la prevención» y apuestan por impulsar «la descarbonización» del complejo petroquímico» para ir hacia una energía «verde, limpia y renovable».

Debate «en breve»

Desde el gobierno municipal, el portavoz de ERC –Xavier Puig– anuncia que «pronto se debatirá la propuesta con los portavoces para redactar un documento consensuado». En este sentido, el político republicano defiende que «debemos ir hacia una industria química sostenible, más verde y, sobre todo, más segura». Por ello, Esquerra Republicana celebra el reciente anuncio de que los presupuestos de la Generalitat para 2022 incluyen 950.000 euros para la instalación de sirenas y sensores químicos. Asimismo, en el documento de conclusiones de Esquerra, la formación independentista reconoce que la explosión «no ha supuesto el cambio de paradigma que se esperaba», a la vez que «se ha puesto en evidencia que hay una falta de formación e información» y se reclama la elaboración de «estudios independientes sobre la calidad del aire» y apostar por el congreso monográfico propuesto por la rectora de la URV.

Junts per Tarragona –que reitera que «se están consensuando crear un documento único» y que «estamos trabajando todavía en ello»– se muestra contundente en sus conclusiones. «A consecuencia de la falta de actuaciones, la ciudadanía sufre una grave sensación de inseguridad y sigue sin saber cómo actuar en caso de accidente». Por ello, exige «el estricto cumplimiento de la normativa vigente», así como «la creación de una comisión permanente de expertos».

La CUP es la formación que ha presentado unas conclusiones más extensas. En ellas, las cupaires proponen regular para que «las empresas tengan una persona de contacto fuera del centro de trabajo» en caso de accidente, así como instar al Plaseqta para que «las sirenas suenen desde el primer momento» y pedir a Inspecció de Treball «una campaña permanente, con efectividad cada seis meses». La CUP también quiere «revisar todos los planes que tengan relación con la petroquímica» y «revisar las licencias otorgadas en los últimos diez años».

ECP quiere dos simulacros al año

Por su parte, Ciutadans critica en su documento «el centralismo de nuestra comunidad autónoma y la incompetencia de la Generalitat, que deja en evidencia la falta de compromiso en materia de recursos y en la gestión de la seguridad». La formación naranja considera que «faltan recursos en Inspecció de Treball» y critica la «ineficiencia del Plaseqta».

Carla Aguilar (ECP) también revela «no haber recibido ninguna propuesta» para negociar. En su documento, los Comuns apuestan por realizar «dos simulacros al año», «crear una unidad especializada en emergencias químicas» y «revisar el Plaseqta cada año». Finalmente, los no adscritos –Orts y Calderón– plantean que los invitados externos –entidades ecologistas, sindicatos, URV o vecinos– también presenten propuestas «en base a sus experiencias, ideas, formaciones e investigaciones». La pelota sigue, pues, de tejado en tejado. Ocho meses después del pleno se apuesta por cambiarlo todo... pero lo cierto es que todo sigue igual.