Sobrevivir a la paternidad

Pongámonos en situación: Alberto (Berto Romero) y Sandra (Eva Ugarte) están a punto de ser padres,  una sala de partos, una madre haciendo el mayor esfuerzo de su vida, un padre de los nervios y un móvil en la mano para grabar tan importante momento, una escena que va in crescendo hasta llegar al cenit… diez segundos de silencio y cámara fija en la cara del padre. Sublime. No explicaré nada más para no hacer spoilers pero el silencio se mantiene en la pantalla porque ya os puedo asegurar que vosotros estaréis muertos de la risa. Si no os reís, esta no es vuestra serie.

Esta escena ya nos indica los derroteros por los que se va a mover la serie. Los nuevos papás van a vivir a partir de ya en otra realidad, en otra vida, una vida muy distinta de la que estaban viviendo hasta ahora. Y es que un hijo te cambia la vida. Adáptate o muere en el intento. Y esto Berto y Sandra lo tienen muy claro aunque por momentos parece que no lo van a superar. Pero sí lo hacen. Es cuestión de paciencia y confianza en las posibilidades de cada uno.

¿Quién no tiene alguna pareja de padres primerizos alrededor? Yo alguna tengo y creo que se van a identificar plenamente con todas las situaciones que vive esta pareja de papis.

La cruda realidad
Berto Romero se encarna a sí mismo, es un cómico con cierto éxito y en continua adaptación a su nueva realidad de padre. Y lo va llevando con más o menos confianza y con más o menos acierto.

Compaginar los continuos viajes para ir a hacer sus bolos en los teatros con los horarios que le marca su hijo Lucas, más la convivencia con su pareja no acaba de serle muy fácil.

Si a esto le añadimos la ‘ayuda’ de los familiares y sus grandes consejos de cómo se cría un hijo, pues nada, ya tenemos el cocktail perfecto para que le explote la cabeza. 

Eva Ugarte, que encarna el papel de Sandra, la nueva mamá, tiene una química increíble con Berto y dan a la serie una credibilidad fantástica. Sus diálogos son pura comedia. Si eres madre la vas a entender perfectamente. Cuando a su lado tiene a un padre sobrepasado por las circunstancias, como le pasa a Berto en algunas ocasiones, ella toma el mando y todo fluye como la seda. 

Compaginar la vida laboral con la vida familiar no es fácil pero ellos lo llevan lo mejor que pueden.

Que el niño llora por la noche, Sandra tiene el sistema perfecto. A veces funciona… y a veces no. Que hay que buscarle guardería al niño, Sandra tiene la mejor elección y el sistema más infalible. Quedaos con una palabra Montessori ¡siempre Montessori! Todas las decisiones las toman juntos, aunque yo creo que Berto va un ‘poquito’ dirigido. Ya me diréis.

El tono de Mira lo que has hecho es comedia, aunque tiene algunos momentos de drama, como en el sexto y último capítulo, en los que también Berto y Sandra le saben poner su tono de humor.

A mí el papel de los secundarios no me acaba de convencer. No destaca ninguno por encima de los demás y alguno sería totalmente prescindible.

Claramente la serie brilla cuando los nuevos padres están en pantalla. Podría ser perfectamente una serie de dos y no pasaría nada. 

La duración exacta
Se agradece que por fin el formato que se le ha dado a la serie sea el adecuado. La duración por capítulo es aproximadamente de 25 minutos. No hace falta alargarlos más. En la producción nacional de series es excesiva la duración de los capítulos. Para los formatos de drama la extensión ideal son 45-55 minutos, todo lo que sobrepasa de ahí es excesivo. ¡No hace falta hacer durar un capítulo más minutos que los que dura una película! De verdad que no hace falta.

Y para el formato de comedia con 25 minutos tendría que ser suficiente. Con Mira lo que has hecho queda sobradamente demostrado. No hace falta extenderse más.

Si algo hay que echarle en cara a la serie de Berto Romero es que la temporada dura solo seis capítulos. Se hacen cortos. Menos mal que habrá una segunda.

La primera ya se puede ver completa en Movistar+.

A disfrutarla papis del mundo que igual os sirve de terapia.