Sólo 30 usuarios por tren en las Rodalies del Camp de Tarragona

Su utilización se incrementa ligeramente sin que se haya llevado a cabo el estudio para ajustar los horarios y servicios

19 mayo 2017 16:38 | Actualizado a 19 mayo 2017 16:38
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El servicio de Rodalies sigue siendo la asignatura pendiente del Camp de Tarragona. Desde su puesta en funcionamiento el 20 de marzo de 2014 su utilización continúa incrementándose, y lo hace pese a que no se ha llevado a cabo ninguna de las demandas de mejora que ya se pusieron encima de la mesa desde el primer momento. No obstante, la cifra total de usuarios aún es baja. Las dos líneas que constituyen el núcleo de estas Rodalies registraron el año pasado un total de 196.900 usuarios, por lo que, si tenemos en cuenta que son 26 servicios los que suman entre ambas, y que estos convoyes tan solo circulan los días laborales, la media de pasajeros por tren es de treinta personas.

El balance de 2016 del operador Renfe pone de manifiesto que la línea que resigue la costa desde L’Arboç a Cambrils (RT2) sigue siendo la más utilizada, con 115.200 viajeros. Durante el último año ésta experimentó un crecimiento del 4,1%, mientras que la RT1, entre Tarragona y Reus, incrementó en un 10% sus usuarios hasta llegar a los 81.700.

«Debemos mirarlo desde el lado positivo, que es que, a pesar de todos los inconvenientes, el ferrocarril aún es una necesidad de las personas», valora el portavoz de la Plataforma per la Defensa d’un Ferrocarril Públic de Qualitat (Pdf.Camp), Carlos Montejano. Una opinión que comparte Daniel Pi, de la Associació Promoció del Transport Públic (PTP), según el cual este servicio «poco a poco va arrancando el vuelo».

Ambas agrupaciones denunciaron desde el inicio la necesidad de reformular los horarios y servicios ya que había franjas en las que los nuevos convoyes prácticamente se solapaban con los Regionales que cubren el mismo destino. Un problema que no se ha abordado aún. «Con los ajustes y la posibilidad de prolongar alguno de estos servicios hasta el Penedès o de modificar los horarios con el tren de Tortosa ganaríamos bastante», argumenta Daniel Pi.

Respecto a la conexión ferroviaria entre Tarragona y Reus, el foco sigue puesto en el apeadero de Bellissens. La primera parte del proyecto está adjudicada, aunque el Ministerio de Fomento es quien finalmente deberá dar luz verde a la habilitación de una nueva parada que según los estudios de la Generalitat podrá dar servicio a 3.000 personas y tendrá un coste de 15 millones de euros.

«Aunque se ejecute algo más sencillo ya sería suficiente, pero es muy importante que esto siga adelante», argumentó el portavoz de la PTP en el Camp de Tarragona. Incluso se creó una plataforma con los vecinos para reivindicar un proyecto que Carlos Montejano aseguraba que «quizás ha llegado el momento de que no nos olvidemos».

Cualquier cambio en los horarios o los servicios deberían consensuarlo la Generalitat y Renfe y, de momento, se descarta introducir modificaciones a la espera de que entre en funcionamiento el desdoblamiento del tramo Vandellòs-Tarragona, previsto para el año que viene.

Los problemas de saturación de esta línea no dejan mucho margen de maniobra. Y, de hecho, son muchos los usuarios que aseguran que desde la entrada en funcionamiento de las Rodalies las demoras en esta línea se han acentuado.

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