Solo el 10% de las paradas abre la tarde del sábado en el Mercat de Tarragona

La asamblea de concesionarios tomó la decisión de cerrar el pasado mes de mayo. Ahora, Dídac Nadal, presidente de Espimsa, propone actualizar el reglamento aprobado en 2015

11 febrero 2020 19:50 | Actualizado a 12 febrero 2020 13:02
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El Mercat Central de Tarragona está prácticamente desierto durante las tardes de los sábados. Solo seis de las 47 paradas abren sus puertas. El resto han decidido bajar persiana. Esta no era la voluntad inicial –ni del Ayuntamiento ni de los paradistas–, cuando se inauguró el equipamiento, en marzo de 2016. Prueba de ello es que el reglamento que ambas partes firmaron deja claro que al menos el 60% de la superficie del recinto debe estar abierta. La cuota no se cumple, ni por asomo. Por su parte, desde Espimsa –empresa municipal que gestiona los mercados–, reconoce que es necesaria una actualización del reglamento, un documento que generó una gran polémica entre los concesionarios.

Los sábados por la tarde siempre han sido motivo de conflicto en el Mercat Central. Cuando el equipamiento llevaba dos meses abierto, la mayoría de las pescaderías ya decidieron no abrir al no tener género para vender. Esto les costó importantes sanciones y discusiones con el resto de concesionarios, quienes argumentaban que el cierre de los establecimientos de pescado perjudicaba a su negocio. Durante muchos meses, solo abrían 16 paradas, es decir, un 20% de la superficie total.

«Nos quejamos a Espimsa de la situación. Nuestra posición era: o todos abiertos o todos cerrados. La respuesta fue que éramos nosotros los que teníamos que ponernos de acuerdo», explica Montse Bertran, presidenta de la Associació de Concessionaris del Mercat Central, y propietaria de Carns Bertran. Así que los paradistas se pusieron manos a la obra y llevaron a cabo una encuesta para saber la opinión de cada uno. La respuesta fue arrolladora. Más de un 80% de los concesionarios no querían abrir los sábados por la tarde. «Todo esto ocurrió cuando se llevaba a cabo el proceso de transición de presidentes. Salía Elvira Ferrando y entraba Dídac Nadal», apunta Bertran.

Así que, desde el pasado mes de mayo, solo abren la panadería Paquita, la frutería Montse, los dos establecimientos del Pladevall, el restaurante Nipo y la pastelería Cal Jan. El resto está cerrado, lo que genera una sensación de vacío importante. «Decidimos que cada concesionario escogiera si abrir o no», añade Montse Bertran.

«Un local comercial en el que el 70% de las paradas están cerradas no funciona. Por eso decidí no abrir los sábados por la tarde», asegura la propietaria de un negocio, quien añade que «veíamos que la cosa no tiraba. La gente quería venir al mercado y encontrar toda la oferta, no solo carne y verdura».

Por otro lado, Pitu Rovira, de la pastelería Cal Jan, es uno de los que todavía resiste los sábados por la tarde. «Yo abro por dos motivos. Primero, porque opino que el reglamento está para cumplirlo. Y segundo, porque creo en la revitalización de la zona», asegura Rovira, quien añade que «lo que no puede ser es que en la Plaça Corsini se hagan actividades, pero que el interior del mercado esté vacío. Debemos creer en este modelo de negocio». Rovira reconoce que no entra mucha gente durante la tarde del sábado, «pero sí vienen clientes que pasan a recoger los pasteles encargados», añade.

Otra de las supervivientes es Montse Amenós, propietaria de la parada de Fruita i Verdura Montse. Ella respeta la decisión del resto de sus compañeros y asegura que no le perjudica a su negocio. «Hay pocas fruterías en el entorno. Va entrando gente. Además, yo me comprometí a abrir y así lo hago», explica Amenós.

Actualizar el reglamento

Cuando Dídac Nadal –actual presidente de Espimsa– llegó al cargo, la decisión de cerrar ya estaba tomada. «Hay diferentes casuísticas, pero todas comprensibles. Desde los que no tienen género para vender el sábado por la tarde, hasta los que ya no pueden aguantar más este ritmo. El caso es que deben respetarse. Cada uno tiene su historia», explica Nadal, quien añade que «no queremos imponer que abran. Apostamos por incentivar, por volver a seducir a los paradistas». Para ello, Espimsa está programando una serie de actividades lúdicas, tanto en el interior del mercado como en las calles adyacentes, durante las tardes del sábado. Sin ir más lejos, la semana pasada se celebró una feria de cuentos en la Plaça Corsini y una degustación de croquetas dentro del edificio modernista. «Trabajaremos para llevar a cabo una programación atractiva, que vuelva a encender la chispa. Si somos capaces de ofrecer una agenda cultural interesante, estoy convencido de que funcionará», apunta Nadal.

El presidente de Espimsa es consciente de que existe un reglamento y que debe cumplirse. «Pero no creo que el uso de la autoridad sea el correcto en este caso», asegura Nadal, quien añade que «también la Constitución dice que todos tenemos derecho a la vivienda, y hay gente que vive en la calle». Nadal defiende una actualización del reglamento, para recoger las necesidades e inquietudes actuales de los paradistas. «El Mercat Central se reguló prescindiendo un poco de la autentica realidad del mercado y de la gente que trabaja en él», explica el presidente.

Justo por esto, Nadal tiene previsto celebrar en las próximas semanas una asamblea con los representantes de los paradistas para tratar una actualización del reglamento, «siempre atendiendo a sus necesidades». El máximo responsable de Espimsa concluye asegurando que «no es una buena estrategia tomar decisiones de espaldas a los primeros interesados, a los concesionarios».

Cabe recordar que el reglamento se aprobó en el año 2015, después de 17 versiones, con el consenso de todo el mundo y sin ninguna alegación. Según el documento, las paradas deben estar abiertas de las 9 hasta las 20 horas de lunes a sábado, con la posibilidad alternativa de abrir desde las 8.30 hasta las 21 horas, bajando la persiana los sábados por la tarde, los lunes por la mañana, o bien, cada mediodía, de 15.30 a 17 horas. Solo se podía escoger cerrar una de las tres opciones. Eso sí, siempre tenía que estar en funcionamiento un 60% de la superficie del recinto, cosa que no se cumple.

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