Sonrisa canina

La salud bucodental de los animales de compañía es fundamental y se debe cuidar desde un buen principio, cuando son cachorros, sobre todo en el caso de los perros. «Es importante, en primer lugar por el animal y después por el propietario, ya que empiezan a sufrir halitosis. Y no solo eso, la infección, que está en el diente, puede trasladarse al hueso. Como consecuencia, en ocasiones algunos perros que se caen del sofá se rompen la mandíbula a causa de la debilidad del hueso. Y esto es grave», comenta el veterinario Jacob Bofarull, quien insiste especialmente en la prevención. 

Para evitar dolencias futuras, el doctor de la clínica Bofarull Veterinaris, sita en La Canonja, aconseja educar al perro a que se deje limpiar los dientes

Los perros de raza pequeña son los más propensos a sufrir problemas dentales, aunque como dice Jacob, «cada animal es un mundo. Influye cómo cierran la boca, lo que comen y el tipo de saliva». Casi como una persona. 

En cualquier caso, a excepción de problemas puntuales, mantener una boca sana no tiene demasiados secretos. Para evitar dolencias futuras, el doctor de la clínica Bofarull Veterinaris, sita en La Canonja, aconseja educar al perro a que se deje limpiar los dientes. Esto obviamente es más fácil durante los primeros meses de vida, lo que no quiere decir que no sea posible en la edad adulta del animal. «No hay que hacerlo a diario. Al principio es suficiente con una vez a la semana o cada quince días, dándole un premio en cada ocasión. No tiene ningún misterio. Poco a poco y con paciencia». 

Para tal efecto existen tanto cepillos de dientes para ellos, pasta y «dedales para poder limpiárselos bien», apunta el doctor. También golosinas, juguetes y antisépticos que se vierten en el agua, de tal manera que mientras beben desinfectan.

Y en el caso de los cachorros, «no hace falta esperar a que tengan los dientes definitivos. Se puede hacer a partir de los dos o tres meses, cuando empiezan a cambiarlos, proceso que dura hasta los siete u ocho. Si al cepillarlos se les cae alguno, no hay que alarmarse, porque se trata de los de leche». 

Dentro de la prevención, justamente se encuentra la alimentación. El veterinario recomienda pienso seco «porque hace que limpien las bocas»

La prevención consigue que se ahorren muchas limpiezas de boca, que en lugar de cada año y medio o dos años, se hagan cada cuatro o cinco. «Y a algunos no les haría falta nunca». No es cosa badalí porque como cuenta este profesional, «aunque no es nada grave, para hacerla bien se tiene que dormir al animal e intubarlo, ya que se utiliza un micromotor que desprende agua, que en ningún caso debe ir a la tráquea». Es decir, una cirugía clásica.

Una vez terminada, el veterinario entregará al propietario del animal un bote con los dientes que se le han tenido que extraer. «Porque si no, al cabo de cuatro días volvemos a estar igual. Pero no pasa nada. Las encías se endurecen y comen igual. Y si no, pues una comida más blandita». 

Los canes también padecen de flemones, que indican infección de un molar. «El síntoma es visible, una importante inflamación bajo el ojo»

Dentro de la prevención, justamente se encuentra la alimentación. En este sentido, el profesional recomienda pienso seco «porque hace que limpien las bocas. Nada de comida húmeda como las latas». En cualquier caso, es un tema importante. Lo que prima es la salud y «aunque ellos pueden comer igual, por muy mal que tengan la boca, destrozada y con llagas, tenemos que ser conscientes de que, poco o mucho, les tiene que doler. Hay que pensar que a veces los dientes se aguantan únicamente por el sarro».  

Jacob también señala que hay propietarios de animales de avanzada edad que no quieren hacerles pasar por el quirófano. «En esos casos damos un poco de antibiótico, golosinas para que mastiquen y flúor para desinfectar. Pero esto solo lo palia porque el sarro se erradica con una limpieza bucal».

Existen cepillos de dientes para ellos, pasta y dedales para poder limpiárselos bien. También golosinas, juguetes y antisépticos

Asimismo, los canes también padecen de flemones, que indican infección de un molar. «El síntoma es visible, una importante inflamación bajo el ojo. Y aunque ellos ingieren como si nada, les molesta». Como en los humanos, el tratamiento es antibiótico y extracción. «Si solo se les prescribe antibiótico muchas veces baja el flemón, pero al cabo del tiempo vuelve a aparecer», sostiene el doctor de La Canonja.

«Cada perro es un mundo»
Jacob puntualiza que no se puede generalizar. «Influye cómo cierran la boca, lo que comen y el tipo de saliva».

Los felinos
Mientras, los problemas de sarro, en general, afectan en mucho menor medida a los gatos y aunque también en ocasiones se les deben practicar limpiezas, acostumbran a evitarlas a lo largo de su vida. No obstante, sí que pueden padecer enfermedades que, como efectos secundarios, provocan la aparición de llagas en la boca o infecciones. «Pero lo que tenemos que tratar es la patologia primaria», manifiesta Jacob. Uno de los ejemplos sería el calicivirus, patología contra la que normalmente se vacunan. 

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Ortodoncia
Brackets para ser los más bellos
Algunos animales valen su peso en oro. Cuestan mucho dinero y el propietario vive de ellos. Son los que se pasean entre altas competiciones de belleza. «Necesitan una boca perfecta, un cierre perfecto, por lo que se tiene que corregir el mal posicionamiento de los dientes, si lo hubiere, como por ejemplo un desplazamiento leve de los incisivos», dice Jacob Bofarull. ¿Solución? «Brackets».

Del mismo modo, también hay personas que piden fundas. «Normalmente son de porcelana, bastante resistentes y le damos la misma tonalidad de los otros dientes».  

Al margen de la estética, también se recurre a la ortodoncia cuando el perro cierra tan mal la boca que provoca que los incisivos se les claven a nivel mandibular causando lesiones. «Colocamos unas placas para que muerdan en ellas y no destruyan la boca. Aunque se trata de casos extremos».

 

El rincón del adoptante

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Rom llegó al refugio con solo dos años. Lleva cinco antre rejas. A pesar de su tamaño, es ideal también para vivir en un piso. Es tranquilo y puede quedarse solo sin problemas. Bueno con los niños. No apto con gatos.

 

Veda es una cruce de Malinois, de cuatro años. Una perra equilibrada y muy obediente. Le encanta que le presten atención, jugar a traer la pelota y responder a las órdenes. Es muy sociable con los demás perros.