Sospechan que el preso que prendió fuego a su colchón quería fugarse

El ciudadano colombiano hace pocos días fue juzgado como presunto autor de un robo con violencia

19 mayo 2017 19:06 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:31
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El interno de la prisión de Tarragona que a las dos de la madrugada del pasado martes prendió fuego al colchón de su celda permanecerá en una celda aislada, donde no tendrá contacto con el resto de presos. Asimismo, sólo podrá salir al patio durante unas pocas horas. Es la decisión tomada por la dirección del centro penitenciario después de los graves incidentes, en los que 89 internos tuvieron que ser evacuados de sus celdas, cuatro de los cuales fueron llevados al hospital por intoxicación leve de humo. Todo hace sospechar que el preso preparaba una fuga.

César C.R., un ciudadano colombiano, ingresó hace unos meses en la prisión por orden de un Juzgado de Instrucción de Tarragona. Tiene varias causas pendientes por delitos de robo con violencia. Precisamente, hace aproximadamente una semana fue juzgado por uno de los casos.

Sobre las dos de la madrugada del martes prendió fuego con un mechero a su colchón. No había llamas pero sí mucho humo, tanto que desde el exterior no se veía nada. Tras saltar las alarmas, el jefe de servicio, pensando que el interno estaba malherido, entró en la celda a rescatarlo y sacarlo al exterior. Fue entonces cuando César se levantó y se escapó por la calle principal. En su huida cogió piedras de una zona de pinos y las lanzó a su perseguidor –tiene una costilla y una muñeca rotas–. Saltó una valla y se adentró en la zona deportiva. Allí rompió un cristal con uno de los extintores utilizados para sofocar el fuego y accedió a la zona de musculatura, donde cogió una barra de hierro de metro y medio de largo y se hizo fuerte.

Mientras lo tenían rodeado, se ordenó la evacuación de los restantes 89 internos del módulo 2 ante la gran cantidad de humo que había, y fueron llevados al patio. Una vez que los bomberos ventilaron completamente las celdas, los presos volvieron a ellas y se hizo el recuento. Dos internos fueron evacuados al hospital.

Cuando la normalidad volvió al módulo 2, un grupo de funcionarios –provistos con el equipamiento para motines, con escudos y porras de goma– fueron a por el interno fugado. No sabían en qué punto de los vestuarios estaba. Finalmente lo localizaron en una de las duchas. Ofreció una fuerte resistencia, aunque finalmente fue reducido sin tener que sacar las porras. Tras ponerle las esposas, fue trasladado a una celda de aislamiento, donde fue atendido por el personal médico y posteriormente trasladado en camilla hasta una ambulancia, que lo evacuó al hospital –custodiado por dos patrullas de los Mossos– junto con otros dos internos.

César C.R. estaba considerado un interno normal y no había protagonizado ningún incidente.

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