Superhéroe ‘made in Spain’

‘El vecino’. Esta comedia, original de Netflix, está basada en las novelas gráficas de Santiago García y Pepo Pérez

31 enero 2020 21:11 | Actualizado a 31 enero 2020 21:47
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Imaginemos por un momento que de pronto, un día cualquiera, por accidente, recibimos superpoderes. ¿Sabríamos qué hacer con ellos? Porque tenerlos mola, pero también recae sobre nosotros una gran responsabilidad, o al menos eso se supone, ¿no? Y esto es lo que le sucede a Javier (Quim Gutiérrez) en la serie El vecino, la nueva comedia producida por Netflix.

El vecino cuenta como la vida de Javier da un giro total después de recibir superpoderes de un guardián cósmico (Jorge Sanz) que antes de morir se los cede. Javier se encuentra en una casa rural de Cuenca con su novia Lola (Clara Lago) cuando tiene el encuentro con el extraterrestre. Han llegado a la casa después de que Javier, echándole todo el morro del mundo, se la gorronee a su mejor amigo, propietario del bar para el que trabaja.

Caradura de campeonato
Nuestro particular superhéroe es un treintañero que echa cualquier excusa para no ir a trabajar. Imaginación no le falta. Es perezoso hasta más no poder y su única ambición en la vida es triunfar vendiendo sus camisetas con frases desmotivadoras chistosas. Lástima que solo a él le hacen gracia. Javier miente más que habla, y lo hace con todo el mundo si con ello va a conseguir lo que él quiere, sea lo que sea, y sea a quien sea: su novia, su amigo, su nuevo vecino...

No se me ocurre nadie mejor que Quim Gutiérrez para encarnar al superhéroe Titán

La relación con Lola no pasa por su mejor momento y tras pasar la noche en la casa rural deciden terminar con su noviazgo. Lola es una aspirante a periodista de investigación y defensora de las causas perdidas que termina harta de las mentiras y engaños de Javier, una persona sin ningún tipo de escrúpulo pero que cae simpática. Y es, en este dechado de virtudes, donde recaen los superpoderes. ¿Cómo va a protegernos de los villanos este tipo? Si no sabe ni freír un huevo y encima,  no es que tenga precisamente la suerte de su parte.

Descubriendo su nuevo yo
Javier es un tipo de barrio que no tiene ni idea de qué hacer con su nuevo status de superhéroe. Para ello va a tener la inestimable ayuda de José Ramón (Adrián Pino), el nuevo vecino recién llegado del pueblo, que está preparando unas oposiciones para juez y que ha llegado a la gran ciudad para concentrarse en estudiar. Pero claro, la irrupción de Javier en su vida le va a trastocar todos sus planes. Javier decide ponerse por nombre Titán, y hasta para elegirlo lo hace de forma surrealista y cutre. José Ramón va a ayudar a este desastre con patas a comprender cómo funcionan sus nuevos poderes, y a intentar usarlos para hacer el bien y no para jugar con ellos. Pero qué se puede esperar del cafre de Javier...

Las situaciones por las que van a atravesar los dos amigos para hacerse a su nueva vida, y a la vez ocultar a todo su entorno la identidad del nuevo superhéroe que ha aparecido en el barrio, van a dar muchísimo juego.

Denuncia social
Algo que me ha sorprendido de El vecino es que, aun sin dejar de ser una comedia sobre un particular superhéroe, hace una crítica feroz del problema que existe con la proliferación de las casas de apuestas. El personaje de Lola hace de la lucha contra la llegada de uno de estos negocios al barrio, su nueva empresa y hará hasta lo impensable para impedir su llegada. La serie también ahonda en otros problemas como son, la precariedad laboral, la dependencia que tenemos hoy en día de las redes sociales y del gris futuro que tiene por delante la juventud actual. Pero hasta de estas situaciones, más o menos dramáticas, la serie sabe sacar situaciones cómicas e hilarantes.

El giro final del último capítulo nos da esperanzas para la segunda temporada

Temporada de presentación
Esta primera entrega consta de diez capítulos de media hora cada uno y da la sensación de que la han usado para poner sobre la mesa a todos los personajes y que en la siguiente van a desarrollar las situaciones con más profundidad. La química que existe entre Quim Gutiérrez y Clara Lago es evidente y ayuda a dar solvencia al producto. Otro punto a favor de la serie son los secundarios. Adrián Pino como José Ramón y Catalina Sopelana que interpreta a Julia, la amiga de Lola y vecina de Javier están notables.

En resumen El vecino, es una comedia agradable y entretenida de la que aspiro a mucho más en su siguiente temporada. Espero que Titán demuestre de lo que es capaz.
Ah, un apunte final, ¿soy la única a la que este superhéroe le recuerda a la entrañable El gran héroe americano? ¿La mítica serie de los ochenta? ¿A que sí?

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