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El hasta ahora presidente de la Cambra de Comerç de Tarragona, Andreu Suriol, presentó ayer por la noche su dimisión como máximo representante de la entidad cameral. Según ha podido saber el Diari, el hecho de que Suriol haya aceptado cerrar la lista por Tarragona de la candidatura impulsada por el President Carles Puigdemont –Junts per Catalunya– ha generado malestar entre algunos miembros del comité ejecutivo y del pleno de la Cambra, que a lo largo de los últimos días habían expresado a Suriol su disconformidad por la decisión ante el peligro de politización al que consideran que podía verse abocada la Cambra por la presencia del hasta ayer presidente en las elecciones del próximo 21 de diciembre, especialmente desde el sector químico.
«He presentado mi renuncia porque alguien ha pensado que el hecho de que vaya de ‘18’ en la candidatura podría afectar a la imagen de la Cambra», aseguró ayer por la noche en declaraciones al Diari un Suriol que reconoció estar «dolido» por las presiones recibidas desde que se hizo pública la lista que en Tarragona estará liderada por el ex de Esquerra Republicana Eusebi Campdepadrós. «No tengo la intención de presentarme a las elecciones para optar a la presidencia de la Cambra que deben convocarse el próximo mes de abril. De hecho, venía para estar sólo seis meses y al final habré estado casi tres años», indicó el empresario de L’Arboç, quien relevó en el cargo al actual portavoz del grupo municipal del PDeCAT en el Ayuntamiento de Tarragona, Albert Abelló. Ahora Suriol será sustituido de forma temporal por el vicepresidente del comité ejecutivo, Josep Martí. Está previsto que dentro de 15 días se lleve a cabo un pleno de la Cambra para decidir quién tomará las riendas de la entidad durante los cuatro meses que faltan para los comicios.
La dimisión de Suriol trascendió ayer a última hora, durante el transcurso del comité ejecutivo del ente cameral. En el encuentro, el hasta ayer presidente se dirigió a los miembros de la dirección de la Cambra para resaltarles que «sólo» cerraba la candidatura y que «no me estoy presentando para irme con la CUP, sino con una lista formada principalmente por personas independientes y no de partido». Pero, según dijeron algunas fuentes al Diari, los críticos le habrían dicho que no podía ir con Puigdemont, quien había provocado la fuga de empresas.
Suriol se ofreció para seguir en el cargo y «desaparecer» de la vida pública hasta después de las elecciones del 21 de diciembre, pero el comité ejecutivo optó por aceptarle la dimisión. Con la marcha de la Cambra, Suriol también deja el consejo de administración de la Autoritat Portuària y de la presidencia de Apport.
Pese a la precipitada marcha, el ya expresidente hace una valoración «muy positiva» de su paso por la entidad con sede en la calle Pau Casals. «Me lo he pasado muy bien. Al principio era un inexperto, pero creo que al final todo el mundo ha quedado contento», remarcaba a la salida de la reunión en la que dijo adiós a una etapa que se ha alargado por poco más de mil días. «En este tiempo he priorizado la reivindicación por la mejora de las infraestructuras y el precio de la energía, pero se ve que hay empresas a las que preocupa más que uno no se signifique políticamente», afirmó.
