Suspensión de licencias en el ámbito del camino de la Ermita de la Salut

El Ayuntamiento ha establecido contacto con los afectados con el objetivo que la actuación no hipoteque las cuentas municipales

22 octubre 2020 07:10 | Actualizado a 22 octubre 2020 13:16
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El plenario del próximo viernes debatirá si se lleva a cabo una suspensión de los trámites y en el otorgamiento de licencias y autorizaciones para los terrenos del camino de la Ermita de la Salut. El objetivo de esta paralización es que pueda acabar de concretarse una solución con los vecinos afectados, sin que esto «hipoteque» la capacidad inversora del Ayuntamiento en los próximos años, según concretó el concejal de Territori, Xavier Puig.

El problema se remonta durante el largo debate de negociación del plan general. De hecho, este fue uno de los puntos con intensas negociaciones entre el Ayuntamiento y los vecinos, que denunciaron que querían echarlos de sus casas, para construir una zona verde. «Al final hubo una serie de ámbitos que se excluyeron de cualquier figura de planeamiento y quedaron que se resolverían a costa del Ayuntamiento», apuntaba el edil republicano. Cuando ha llegado el momento de abordar lo que dice el plan general, el Consistorio se encontró con una salida compleja. «Son expropiaciones que debe pagar el Ayuntamiento y algunos propietarios nos piden hasta doce millones de euros para los terrenos. Es un precio desorbitado, que dejaría al Consistorio sin posibilidades de inversión durante años», indica Puig.

Para ello, el responsable de Territori ha establecido varias reuniones con los afectados y una de las fórmulas que se ha encontrado es obtener un pago «en especies», en lugar de una remuneración económica. De esta forma, el Ayuntamiento propone trasladar los derechos de edificabilidad a la calle Enric Granados y al Pla de Millora Urbana-14, que debe desarrollarse en los terrenos delante del Col·legi Sant Pau, en un espacio que «en ningún caso irá delante de la muralla, sino en otra zona, que no afecta a la visibilidad del monumento».

Con la suspensión de los trámites, el Ayuntamiento abre la puerta a una modificación puntual del POUM, para establecer unas nuevas condiciones en las que «nadie sale perdiendo», según el Ayuntamiento. Asimismo, se prevé introducir mejores desde el punto de vista del interés público. «Estamos hablando del desfiladero que hay después de la residencia Casablanca, un espacio que como zona verde no sería aprovechable, en cambio si promovemos el interés público y se hacen viviendas en la calle Enric Granados, podría mejorarse la acera y la conexión de los Músics con el Camí de la Cuixa», argumenta Puig. Es una situación similar a la de la calle Armanyà, en la que el POUM también obligaba al Ayuntamiento a comprar algunas de las fincas para abrir este espacio al mar.

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