TGN exige transparencia sobre la circulación de trenes con mercancías peligrosas

La ciudad defiende que deben tomarse las medidas para poder desviar la circulación de estos convoyes por el interior ya que es un tramo con un índice de peligrosidad muy elevado

12 mayo 2019 11:47 | Actualizado a 13 mayo 2019 12:08
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Trenes cargados de coches, de carbón y que arrastran contenedores o tanques cisterna. La circulación de mercancías por delante de la costa de Tarragona es una realidad con la que muy a menudo se ha vivido de espaldas. Sin embargo, qué hay en el interior de estos depósitos. No se sabe. Así lo afirmaba el concejal de Territori del Ayuntamiento de Tarragona, Josep Maria Milà, en una mesa redonda organizada por la plataforma Mercaderies per l’interior en la que el edil socialista confesaba que «en estos cuatro años con las mercancías no lo he logrado. Qué pasa por la ciudad de Tarragona no lo sabemos».

Esta constatación genera preocupación entre una parte de la población. Más en un momento en el que se están llevando a cabo las obras de instalación del tercer carril ferroviario, que supondrá un incremento en el paso de mercancías por la ciudad. «Hace siete años que exigimos claridad y no la obtenemos, es como si no quisieran dar explicaciones», afirma la presidenta de la Federació d’Associacions de Veïns de Llevant, Gemma Fusté.

La representante vecinal confirma que «hay inquietud entre los vecinos». Sobre todo teniendo en cuenta que las vías pasan muy cerca de zonas pobladas como Cala Romana y La Savinosa. «Deberíamos exigir transparencia, porque tienes la sensación de que te están escondiendo cosas», manifiesta.

No tan solo los dirigentes vecinales muestran su preocupación. El secretario general de la UGT en Tarragona, Joan Llort, considera que «es una locura lo que se está haciendo, con los pasajeros por el exterior y las mercancías por la ciudad». «Si los camiones son desviados por la autopista, qué estamos haciendo, cuando además todos sabemos que es una infraestructura con una inversión insuficiente en cuanto a su mantenimiento», añade Joan Llort.

En el tramo comprendido entre la estación de Tarragona y la terminal de Classificació se han registrado varios accidentes. En el periodo entre 2014 y 2016 se contabilizaron trece descarrilamientos que la sección sindical de UGT Adif imputó a la infraestructura. En los últimos tiempos se han realizado varias actuaciones que han mejorado las condiciones de las vías, lo que ha reducido los episodios.

Cruce de corredores

La ciudad de Tarragona es un enclave estratégico para el paso de mercancías. Está encajada entre dos líneas ferroviarias importantes como son el Corredor del Mediterrani y la línea Barcelona-Zaragoza-Madrid. Además hay que sumar el tráfico que genera el propio puerto de Tarragona y la industria petroquímica. «Parte de las mercancías que pasan por la ciudad son peligrosas. Así nos lo confirmó la AEQT», afirma Eugeni Sedano, portavoz de la plataforma ciudadana Mercaderies per l’interior. Pese a ello, la patronal de la industria química ha declinado hablar sobre al respecto.

La plataforma afirma que «no queremos ser alarmistas. No decimos que el transporte se haga mal, pero si que hay que reducir el riesgo». 
Protecció Civil tiene un plan especial para el transporte de mercancías tanto en ejes viarios como ferroviarios. El Transcat analiza el flujo que circula por tramos de vía, así como la tipología de la carga. A partir de ahí, se asigna un valor, que en el caso del tramo que transcurre por la ciudad de Tarragona es muy elevado. De hecho, en el mapa que se ha elaborado puede comprobarse como este parámetro se encuentra en su valor más alto en toda la línea desde Portbou hasta la zona de Tarragona, incluyendo los tramos de entrada a Barcelona por Can Tunis. 

Esta situación obliga al Ayuntamiento de Tarragona a redactar un plan de actuación municipal, con un análisis del riesgo y la estructura de emergencias. Éste fue homologado el 21 de marzo de 2019 por parte de Protecció Civil. «Junto con este mapa de riesgos, por cada tramo se mira la tipología de accidentes que pueden producirse», afirma Xavier Sáenz de Buruaga, jefe de servicio de Gestió del Risc i Planificació del organismo dependiente de la Generalitat. En el trazado entre Tarragona ciudad y la estación de Classificació, las mercancías peligrosas que circulan son tóxicos muy inflamables o inflamables, de forma que se ha determinado que los accidentes que podrían producirse son tres: explosión grave, nube inflamable e incendio de charco. Esto significa que pasan más de 75 toneladas al día de las sustancias que podrían derivar en un episodio de estas características.

Limitar los usos

No hay una relación concreta de los materiales que circula. La conexión entre Tarragona Classificació y Granollers aparece como la cuarta ruta en Catalunya con un tráfico más elevado, con 81.913 toneladas transportadas durante el año pasado. A partir de algunos accidentes que se han sucedido en la línea se ha conocido el producto que viajaba. Es el caso del butano. No obstante, el dicloruro de etileno es el producto que más viaja en tren en Catalunya, seguido de los hidrocarburos gaseosos licuados en mezcla.

Desde un punto urbanístico, Protecció Civil regula los usos, según la proximidad con las vías. «Sobre las cosas existentes no decimos nada, pero si quiere hacerse algo se mira cada tramo, según el tipo de accidente que puede producirse, y se asignan unas zonas de indefensión», explica Sáenz de Buruaga. Éstas comprenden una reserva de hasta 250 metros en cada uno de los lados de la plataforma.

Esto tiene una afectación sobre equipamientos próximos a esta línea, como puede ser el preventorio de la Savinosa. Y no tan solo a nivel urbanístico, ya que también hay unas restricciones en cuanto a las aglomeraciones de gente al aire libre, un uso que, en todo caso, debería contar con un plan de autoprotección por parte del Ayuntamiento, según afirma la Generalitat.

Las limitaciones en cuanto a actividades de ocio en las inmediaciones no afectan a la circulación en la propia vía. Cuando entre en funcionamiento el tercer carril –previsiblemente en 2021– y los convoyes de mercancías procedentes de la Comunitat Valenciana suban hasta Vila-seca y Tarragona, para seguir hacia la frontera francesa, el tráfico incrementará notablemente. No hay datos concretos. De momento tan solo hay previsiones, que deberán confirmarse a medida de que se demuestre la eficiencia y la competitividad de una infraestructura en la que podrán circular los convoyes de hasta 750 metros. 

El director general de la Federació d’Empreses d’AutoTransport de Tarragona, Josep Lluís Aymat, lanza una pregunta: «Si ni el Ayuntamiento sabe lo que pasa, ¿qué análisis de riesgos se ha hecho?». Este transportista conoce muy bien las limitaciones que sufren los camiones en la carretera, que en el caso de las mercancías peligrosas no podrán circular por el túnel del Coll de Lilla. «Sería escandaloso que un camión pasara por el centro de la ciudad y aquí no pasa nada. Si se hace, al menos que sea transparente y se pongan de manifiesto los riesgos y las medidas, porque si las mercancías circularán por la noche, cuándo va a hacerse el mantenimiento de la vía», añade.

Actualización el año que viene

Eli Llombart, jefa de los Serveis Territorials de Protecció Civil en Tarragona, reconoce que «no sabemos el impacto o sustancias que además de las que ya transitan pasarán con el tercer carril». El nivel de peligrosidad en este tramo ya es el más elevado. «Todo lo que puede pasar por esta línea ya pasa», manifiesta Llombart.

El Departament d’Interior explica que cada dos años se actualiza el análisis de riesgo a partir de los nuevos datos sobre el flujo de mercancías y las modificaciones que se han registrado. «Los cambios se hacen periódicamente para mantener vivo el plan», concreta Llombart. La última revisión se hizo en 2018, de forma que en 2021 se incorporarán los datos del año que viene.

Vicente Moya, secretario general de CCOO en Tarragona, viene del mundo de la industria química. Moya defiende que «el tren es el medio más seguro. Toda Europa está apostando mayoritariamente por este transporte, por lo que, todo lo que pueda sacarse de la carretera, genera seguridad».

Moya considera que no debe generarse alarmismo. «Las mercancías peligrosas ya están pasando por el núcleo urbano y se toman todas las medidas necesarias para que el transporte sea seguro». Con todo, este representante sindical defiende que «con toda la precaución, deberían poder sacarse de los núcleos de población».

Hay consenso y unidad en la ciudad para buscar una alternativa. Falta la dotación económica para impulsar los estudios y buscar una solución para liberar finalmente el frente marítimo. «La Reus- Roda no debería ser el plan B, tendría que haber sido el plan A», concluye Aymat.

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