TGN, líder en barracones dentro de colegios

Hay 27 en seis colegios e institutos, la mayoría de ellos en la Escola Ponent (11) y en la Escola l’Arrabassada (12), de la que desaparecerán progresivamente con el traslado al nuevo edificio

30 octubre 2021 18:00 | Actualizado a 01 noviembre 2021 06:50
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En números absolutos, Tarragona es a día de hoy el municipio de Catalunya con más módulos prefabricados en los centros de educación pública. En total son 27, y lidera el ranking por delante de Salt, con 25, de Sabadell y Girona, con 23, de Manresa, con 22, de Barcelona, con 19, y de Reus, con 15. Los 27 barracones en los que muchos alumnos de la ciudad dan clase están repartidos en seis centros de Tarragona. Mientras que la Escola la Floresta, la Escola el Serrallo, el Institut Comte de Rius y el Institut Antoni Martí Franquès solo disponen de un módulo prefabricado en sus instalaciones, la Escola Ponent, con 11, y la Escola l’Arrabassada, con 12, son centros formados únicamente por barracones y sitúan a la ciudad en lo más alto de la lista.

No obstante, si todo sigue el camino previsto, Tarragona perderá el liderazgo dentro de un año. La idea es que las obras del nuevo edificio de la Escola l’Arrabassada terminen durante la primera mitad de 2022 y que los alumnos del centro ya inicien el próximo curso en éste. Algo que no significará que desaparezcan los 12 barracones de la calle Carles Babot Boixeda, ya que el centro pasará a ser Institut Escola sin todavía haberse construido el edificio de secundaria, que se alzará en unos terrenos adyacentes al nuevo colegio de la calle Mercè Rodoreda, en la Vall de l’Arrabassada. Por ello, algunos cursos seguirán aprendiendo en los módulos prefabricados. Una opción es que sean los de sexto que pasan a primero de la ESO los que sigan en las instalaciones actuales, pero la decisión final la tomará el equipo directivo.

Por otro lado, quienes todavía no ven una nueva escuela en el horizonte son los alumnos de la Escola Ponent, situada en la avenida President Tarradellas, a tocar de la Anella Mediterrania, en Campclar. Creada en 2008, ha funcionado desde el primer día en barracones, algo que, en voz del presidente de la AMPA del centro, Rafa López, «provoca muchas limitaciones a nivel de espacios y se las han tenido que ingeniar de mil maneras para realizar actividades que en otros centros se llevan a cabo con normalidad». Asimismo, señala que una de las mayores preocupaciones de los padres tiene que ver con la salud de los niños y niñas: «Aunque todos los módulos tienen aire acondicionado y calefacción, no tienen el mismo aislamiento al frío y al calor que tiene un edificio». Paralelamente, López lamenta que «como siempre ha sido un colegio provisional, a la espera de la construcción de un edificio, jamás se le ha prestado atención a las limitaciones y deficiencias de los accesos». En este sentido critica que «está pegado a una carretera por la cual los coches suelen pasar a gran velocidad, no hay ningún paso de peatones y la acera es muy estrecha», por lo que añade que «nos sentimos abandonados por la administración».

A todo esto, el director general de Centres Públics de la Generalitat de Catalunya, Jean Marc Segarra, defiende que «si no hubiera habido la pandemia ahora no estaríamos hablando de esto». Señala que la crisis sanitaria ha frenado el proceso de retirada progresiva de los módulos de los centros públicos, ya que esta ha obligado a tener y a diferenciar bien muchos espacios y los barracones han servido para ello. «De los poco más de 1.000 barracones que hay en Catalunya, sin la pandemia estaríamos en unos 900», asegura Segarra, que remarca que «un país con cero módulos es imposible, pero cuando afloje la covid-19 seguiremos retirando. Deberíamos estar en unos 500, más o menos».

Sobre la nueva Escola l’Arrabassada, el que fue director territorial d’Ensenyament en Tarragona no descarta que el traspaso se pueda llevar a cabo antes de verano, pues defiende la posibilidad de que las obras, aunque no tienen una previsión exacta, pueda terminar durante la segunda mitad del curso actual, aunque dice que será la dirección del centro la que decidirá cuando moverse al nuevo edificio. Con todo, sostiene que «pase lo que pase, los alumnos podrán entrar el próximo curso».

Por otro lado, en relación a la Escola Ponent, Segarra asegura que «por ahora no está previsto construir una nueva escuela». No obstante, el responsable de Centres Públics es consciente que los alumnos de Campclar no pueden estar en barracones de por vida y señala que «estamos estudiando como va a crecer la zona en los próximos años, con la urbanización del PP10, y a partir de ahí veremos donde debe ir el edificio y que dimensiones tendrá», a la vez que añade que «no nos negamos a hacer el nuevo colegio, pero debemos ser cautos y tener claro como crecerá la zona». Lo que sí que han hecho es empezar a trabajar mirando las parcelas donde podría ubicarse el centro.

En esta misma línea, el concejal de Educació del Ayuntamiento de Tarragona, Manel Castaño, defiende que la instalación de barracones en los centros públicos durante los últimos años es una «anomalía» que se debe a «un boom demográfico que ha obligado a ampliar los espacios de forma urgente para garantizar la escolarización». Asimismo, defiende que «en los últimos años se han ido reduciendo ya que las tasas demográficas han bajado». Sobre la Escola Ponent asegura también que un nuevo centro quedaría condicionado a los cambios que sufra la zona con la nueva urbanización y defiende que ahora mismo están en una fase de estudio. No obstante, Castaño elogia la calidad educativa del colegio y asegura que «ningún niño ni niña de los barrios de Ponent se quedará sin escolarizarse».

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