TGN planea una Rambla Vella con aceras más anchas y menos carriles

Se trata de un proyecto a medio plazo, que está previsto ejecutar en 2018 para dinamizar comercialmente la vía

19 mayo 2017 22:47 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:13
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El Ayuntamiento de Tarragona planea convertir la Rambla Vella en una vía con más sentido comercial y menos tráfico. Se trata de un proyecto que desde el propio consistorio se admite que está programado «a medio plazo». La calendarización es todavía aproximada, pero se calcula que podría ejecutarse entre 2018 y 2019, una vez se haya completado antes la remodelación urbanística de todo el entorno del Mercat Central, de las calles Unió y Apodaca, y del entorno del Palau de Congressos.

La intención es, por un lado, dinamizar comercialmente la propia Rambla Vella, en la actualidad muy condicionada por el elevado volumen de tráfico rodado que tiene que soportar, así como por la estrechez de sus aceras. Pero el proyecto contiene una segunda motivación: lograr, mediante esa dinamización comercial de la vía, mediante el incremento de la vida y de la presencia de transeúntes en ella, que deje de ejercer de «barrera psicológica» entre la zona peatonal del centro (calles Sant Agustí, August, Comte de Rius...), donde la actividad es muy intensa, y la Part Alta. «Las dos Ramblas son muy anchas y hacen de barrera entre las distintas zonas comerciales de la ciudad. Psicológicamente al peatón le cuesta atravesarlas, así que una reformulación urbanística para hacerlas más transitables tenemos la sensación de que ayudará», argumentan fuentes municipales.

El proyecto para la Rambla Vella no tiene excesivo secreto:se trataría de ampliar las aceras sacrificando carriles de circulación. A pesar de que el anteproyecto que ya ha diseñado la Oficina de Projectes del Ayuntamiento, al que ha tenido acceso el Diari, contempla inicialmente que se supriman dos de los cuatro carriles de circulación existentes en la actualidad (de manera que pasaría a haber sólo dos, uno por sentido), lo que permitiría a las dos aceras crecer proporcionalmente, los técnicos y los responsables políticos municipales están meditando matizar ese diseño y que la nueva Rambla Vella tenga tres carriles:dos de circulación, uno por sentido, y uno auxiliar –que sería en sentido Vía Augusta– para autobuses, taxis y sobre todo ambulancias (no hay que olvidar que en esa calle se sitúa el Hospital de Santa Tecla). En ese caso (que, aunque no sea el previsto inicialmente en el proyecto, parece ahora mismo el más probable), la acera más cercana a la Rambla Nova (la del hospital) no crecería tanto como la más cercana a la Plaça de la Font, que prácticamente duplicaría sus dimensiones (en su tramo más amplio, pasaría a tener 5,64 metros de anchura). La otra acera queda pendiente del proyecto definitivo, pero no alcanzaría tal amplitud. «La ampliación invitaría más al paseo, a la instalación de terrazas... Serviría para dinamizar la calle y que dejase de romper el ritmo comercial entre el centro y la Part Alta», explican desde el consistorio.

 

1,2 millones de euros

El proyecto no afectaría sólo a las dimensiones de aceras y carriles sino que contempla también, como es lógico, aprovechar la intervención para renovar el pavimento, el mobiliario urbano, el arbolado y también el adoquinado de las aceras. Una reformulación integral, en fin, cuyo presupuesto está estimado en alrededor de 1,2 millones de euros.

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