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El Ayuntamiento de Tarragona rechaza la posibilidad de que el entorno de la Savinosa sea un nuevo barrio social, sin la presencia de un complejo hotelero. Un año después de que la Diputació aprobara la propuesta que presentó al consistorio para desbloquear el estado de abandono en el que se encuentra la finca desde 1972 –y que aún no ha sido resuelta por parte de los técnicos municipales–, ahora el nuevo gobierno municipal tampoco contempla una propuesta de un grupo de arquitectos que, en 2015, puso sobre la mesa una alternativa para que la transformación del emplazamiento no sea capitaneada por un nuevo recinto privado, sino por vivienda protegida.
¿El antiguo preventorio de la Savinosa podría ser, un nuevo barrio de la ciudad? Esta es, como mínimo, la idea que presentó hace cinco años el equipo del arquitecto Enric Casanovas, que planteó que el espacio de 60.000 m2 se convierta en un núcleo con unas 150 viviendas de protección pública, Llars de Jubilats, Llars d’Infants y parque infantil, descartando el uso hotelero que se prevé en el plan ganador del concurso que organizaron la Diputació y el Col·legi d’Arquitectes.
La idea impulsada por el despacho tarraconense fue uno de los 35 planes que se presentaron en la convocatoria pública y, de hecho, fue la única que preveía el uso de vivienda en la finca. Pese a ello, la propuesta no fue una de las seis finalistas, las cuales –todas– preveían el uso terciario como gran protagonista. De los 24.000 metros cuadrados que se podrán construir, en el plan ganador se reservan 8.171 para un recinto hotelero, que se situaría en el pabellón central y que contaría con un mínimo de cuatro estrellas para dar un valor añadido –junto a un restaurante– en el entorno. Esto significa que el negocio privado podría ocupar una tercera parte del espacio edificado.
«La carga más baja»
El equipo de Casanovas considera que el hecho de apostar por la vivienda «es la opción menos costosa y que supondría una menor carga para los edificios ya existentes», de los cuales destacan que «se pueden rehabilitar, ya que la estructura vertical está muy bien». Los impulsores del proyecto critican la «privatización de suelo público» que, consideran, supondría la apuesta hotelera. «Lo primero que hará el propietario será marcar una linea que será solo de acceso para los clientes», aseguran. En este sentido, añaden que la ejecución de esta idea «comportaría devolver a la ciudad casi seis hectáreas de superficie pública», que permitirían que el espacio «conservara la función pública para el que fue construido».
Hace doce meses, la Diputació propuso al consistorio que se incluyeran múltiples usos en la modificación urbanística, como la actividad administrativa, educativa, universitaria, de parque tecnológico, deportiva, residencia colectiva, cultural, ocio, sanitaria-asistencial, religiosa, servicios funerarios y equipamientos histórico-artístico, con un 42% de zona verde. Sin embargo, no se prevé que hayan viviendas. «Protegeremos la Savinosa del crecimiento urbanístico residencial y, por lo tanto, no se hará ningún barrio», afirma el concejal de Territori, Xavier Puig (ERC), quien de esta forma cierra la puerta al barrio social sin hotel en su interior.
