TGN sanciona a tres negocios el primer fin de semana de aumento de las inspecciones

La Guàrdia Urbana de Tarragona abrió el pasado fin de semana tres actas por infracción a tres negocios por vulnerar el horario de cierre y denunció, asimismo, a ocho personas más por no llevar la mascarilla puesta. Este es el resultado que dejó la intensificación de los controles que la Unitat de Policia Administrativa (UPA) llevó a cabo los pasados viernes, sábado y domingo en los establecimientos de la ciudad, después de que el pasado miércoles el alcalde Pau Ricomà (ERC) anunciara un aumento de la vigilancia, que se enmarcó en un nuevo paquete de medidas para frenar la expansión y los rebrotes del coronavirus. Cabe destacar que la lluvia del pasado viernes por la noche, así como la bajada de temperaturas del sábado, hizo que hubiera mucha menos actividad que otros fines de semana.

Según confirmaron al Diari fuentes municipales, los locales a los que se les tramitó el expediente sancionador fueron dos restaurantes –uno en la Plaça del Fòrum y otro en Boscos–, así como a un bar de la calle Assalt. A los tres negocios se les abrieron actas por mantener actividad más allá de la una de la madrugada –que es el horario límite que tienen para cerrar al público–, mientras que en el caso del negocio de la zona de Llevant también se observó que el personal que trabajaba allí no llevaba mascarilla. En todos los casos la Policía Local inició el proceso de denuncia, ya que se acreditó que se incumplía la normativa.

19 denuncias este verano

Las tres actas abiertas durante el pasado fin de semana hacen ascender hasta las 19 las denuncias registradas por parte del cuerpo de seguridad municipal desde mediados del pasado mes de julio. Con los nuevos expedientes, la guardia dependiente del Ayuntamiento ya ha tramitado nueve denuncias a locales de la ciudad por superar el aforamiento permitido o no cumplir con las obligadas medidas de seguridad, así como diez por no respetar las restricciones horarias impuestas a raíz de la crisis sanitaria y la nueva normalidad.

Por lo que se refiere a los clientes de los establecimientos, con las ocho denuncias de estos días ya son 63 las que se han instruido desde julio, la mayoría de carácter leve. De estas, 38 son por no llevar la mascarilla, mientras que otras siete han sido por fumar sin mantener la distancia de seguridad reglamentaria de dos metros, mientras que también se han dado dos casos por no respetar la distancia interpersonal en las terrazas. «Tarragona es una de las ciudades medianas que mejor está en los indicadores de incidencia de la pandemia. No podemos bajar la guardia. Debemos hacer un esfuerzo colectivo para mantener el coronavirus controlado y contener los rebrotes. Se puede hacer casi todo si se hace bien, pero no si se hace mal», manifestó la pasada semana el alcalde, Pau Ricomà (ERC), cuando presentó el nuevo paquete de medidas de prevención.

Alertas de Protecció Civil

Antes de que la Guàrdia Urbana procediera a realizar las inspecciones, los voluntarios de Protecció Civil llevaron a cabo una campaña «informativa y pedagógica» para recordar las medidas de seguridad, especialmente en lo referente al uso de la mascarilla y al mantenimiento de la distancia social.

«Nos parece muy bien que Protecció Civil pase a alertar a los negocios y que haya un mayor control por parte de la Guàrdia Urbana. Nosotros defendemos al buen profesional y creemos que todos los hosteleros deben poder trabajar en las mismas condiciones de igualdad», afirmó ayer el presidente de la Associació d’Hostaleria de Tarragona Ciutat, Javier Escribano. De hecho, el pasado mes de julio el representante de los establecimientos grabó un video con Ricomà en el que lanzó un «mensaje de responsabilidad» para evitar la «relajación» de las medidas de seguridad. «Si aparecen nuevos rebrotes habrá cierres y se perderán muchos empleos», aseguró Escribano.

En la misma linea se expresa Olga Vinuesa, de la Associació Cultural de Comeciants i Hostelers de Cós del Bou. «Ya era hora que se intensificaran los controles, porque no lo han hecho hasta después de Sant Magí. Hay muchos incumplimientos», lamenta la empresaria de la Part Alta, quien teme que «si todo esto no se corrige desde ya, nos volverán a confinar. Y entonces sí que será un desastre. Si nos cierran de nuevo, muchos negocios ya no podremos volver a abrir», advierte.