Tarragona asumirá los tramos de carreteras estatales sin compensación económica

La administración local acepta que en las arcas del Gobierno «no hay dinero» y que es la única forma para desencallar el traspaso de estas vías que forman parte de la trama urbana

11 abril 2018 08:56 | Actualizado a 12 abril 2018 12:23
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El Ayuntamiento de Tarragona asumirá la titularidad de los 24 kilómetros de carreteras que aún son del Estado y que están integradas en la trama urbana de la ciudad sin una compensación económica.

Así lo admitió ayer el concejal de Territori, Josep Maria Milà, tras una reunión con el Consell Assessor del Territori en la que este tema, junto con el nuevo mapa ferroviario, fueron los protagonistas.

Milà manifestó que «es la única forma de desencallar las negociaciones» que desde hace años han mantenido ambas administraciones y que, hasta el momento, no habían conseguido derivar en un acuerdo.

El problema estaba en que en estas situaciones, el Estado debe pagar 400.000 euros por kilómetro, una cifra que el Consistorio reconoce que ahora mismo el Gobierno de Madrid no va a pagar. «Nos dicen que no tienen disponibilidad económica, y no podemos tener permanentemente la ciudad montada sobre carreteras nacionales», argumentó el edil socialista.

El representante municipal en materia de urbanismo reconoció que «la pelota está en manos del Ayuntamiento», ya que «es duro que el traspaso sea a cambio de nada». Pese a ello, previamente se estudiarán los costes de mantenimiento y si puede incluirse en el contrato de cesión alguna mejora que permita iniciar la transformación de estas vías.

En concreto se trata de los tramos de la N-340, tanto en dirección Barcelona como hacia València, además de la N-240 en dirección Valls y la T-11, en el tramo hasta la rotonda de Les Gavarres. 

El Ayuntamiento asegura que «esto no significa que se traspasen todas a la vez». En la lista de prioridades está el tramo de la Avinguda de Roma, así como también la Imperial Tarraco.

Hasta que la cesión no se haya firmado, no podrá producirse la integración definitiva de estas vías, con la construcción de carriles bici. «Debemos poder transformarlas en calles para la ciudad», sentenció Milà.

La decisión llega después de que hace unos días el Ayuntamiento y la Diputació acordaron el traspaso de las carreteras que el ente supramunicipal tenía aún en la ciudad. Es el caso de la antigua carretera del Pont d’Armentera y el vial de acceso a la Platja Llarga, que en este caso sí que previamente va a mejorarse.

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