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La ciudad de Tarragona empezará a notar desde este jueves las primeras grandes repercusiones del COVID19. El alcalde de Tarragona, Pau Ricomà (ERC), ha afirmado este miércoles un decreto en el que asegura que "ante la situación generada por la problemática creada por el popularmente conocido como coronavirus", suspende temporalmente -durante un mínimo de 15 días- la actividad en todos los centros cívicos y Llars de Jubilats, así como en el Mercadet de Torreforta y el de Bonavista y los equipamientos culturales de la ciudad. También se suspenderán temporalmente la actividad en las ludotecas y el Espai Jove Kesse.
En el texto firmado por el máximo representante municipal se justifica la medida debido al hecho de que la Generalitat de Catalunya "ha activado el Pla d'Actuació per Emergències Associades a Malalties Transmissibles Emergents, con potencial de alto riesgo", por lo cual la administración municipal "debe llevar a cabo un seguido de actuaciones para controlar la enfermedad".
En la línea del Govern, entre el 12 y 27 de marzo el consistorio suspende todos los actos tanto públicos como privados, organizados en la ciudad que tengan un aforo superior a 1.000 personas o inferior, pero limitando el aforo a un tercio de su capacidad. "Quiero lanzar un mensaje de tranquilidad porque no estamos en una situación de gravedad, pero sí que hay que extremar la prudencia", ha asegurado Ricomà.
Referente a los pabellones deportivos municipales, desde el Ayuntamiento señalan que se seguirán las indicaciones de la Generalitat en referencia a las medidas de higiene que las autoridades están difundiendo para evitar los contagios. En este sentido, tampoco se descarta que el decreto pueda ser ampliado por futuros decretos en función de la evolución que tenga la pandemia provocada por COVID19 y el que decrete la Generalitat. El alcalde Ricomà presidirá la nueva comisión sobre el riesgo epidemiológico que el Ayuntamiento ha constituido esta misma mañana.
