Tarragona corta calles para acabar con los vertederos ilegales

Tres asociaciones de vecinos de los barrios de Ponent han dicho basta a la presencia de vertederos ilegales en el PP-9, unas parcelas ubicadas entre la tienda de bricolaje Bauhaus de Les Gavarres y el barrio de La Floresta.

Llevan más de dos años soportando que coches y camiones tiren escombros y muebles al lado de su casa. El Ayuntamiento no da al abasto limpiando estas parcelas, que son de propiedad privada.

A propuesta de las entidades vecinales de La Floresta, de L’Albada y del Parc Riu Clar, el consistorio ha decidido cortar la circulación de las calles por donde los vehículos acceden a los vertederos ilegales. Se trata de la última medida para acabar con el problema.

El viernes, los operarios empezaron a instalar en la entrada de algunas calles cercanas a Les Gavarres las barreras New Jersey,  unas vallas de seguridad hechas de hormigón que impiden el paso a los vehículos. Según fuentes del Ayuntamiento, los trabajos se alargarán hasta hoy lunes, cuando se espera que esté todo listo.

Las quejas empezaron hace poco más de un año, cuando los vecinos de algunos barrios de Ponent denunciaron que las calles del PP-9 se habían convertido en vertederos improvisados, donde la gente arrojaba muebles, escombros, neumáticos y electrodomésticos, entre otras cosas.

Estas parcelas son propiedad privada pero, después de mucho debatir, el Ayuntamiento decidió limpiar la zona y pasar la factura al propietario. 

Esta actuación se ha repetido en varias ocasiones, ya que lejos de acabar con esta práctica, cada vez son más los escombros ubicados entre Les Gavarres y La Floresta. En alguna ocasión, la concejal de Neteja, Ivana Martínez, ha asegurado que «por mucho que limpiemos, el origen del problema de los vertederos recae en el incivismo de las personas».

Riesgo de incendios

Durante los meses de verano del año pasado, estos vertederos incontrolados dieron algún que otro susto a los vecinos de los barrios colindantes. «Hubo muchos incendios, provocados por los neumáticos y los electrodomésticos», asegura Marta Ballabriga, portavoz de la Associació de Veïns del Parc Riu Clar, quien añade que los vertederos se encuentran a escasos metros de las viviendas y empieza a llegar el calor.

«Un día tendremos un susto», augura Ballabriga. Por otro lado, los vecinos se quejan de la presencia de cucarachas y de ratas que proceden, según ellos, de estas concentraciones de escombros, que provocan falta de salubridad.

Por todo ello, las tres asociaciones de vecinos unieron esfuerzos y presentaron a la concejalía de Mobilitat una propuesta, que contó con el visto bueno de los técnicos. La actuación ha cortado el acceso a las calles D, E, F y H del PP-9.

De esta manera quedarían abiertas las calles A y B, que funcionan como vías de acceso a Les Gavarres. De hecho, desde el consistorio se apuesta por potenciar la utilización de la vía A, para mejorar la movilidad en el polígono.

Y es que si los vehículos acceden a Les Gavarres por la rotonda superior, se descongestionará la rotonda situada en la antigua comisaría de los Mossos d’Esquadra. 

«Tuvimos claro que lo mejor era que los vecinos nos propusieran una solución al problema. Nos gustó su idea, la hemos retocado un poco por asuntos técnicos y la hemos ejecutado», explica el concejal de Mobilitat, Josep Acero, quien destacaba que el presupuesto de la operación está incluida en la partida de la concejalía.

También un patinete de playa

El presidente de la Associació de Veïns de La Floresta, Miguel Ángel Cruz, relata como ha vivido el barrio la presencia de vertederos incontrolados al lado de casa. «Nos encontramos de todo, desde neveras, neumáticos, lavadoras y hasta un patinete», explica Cruz, quien añade que «esas parcelas las utilizaban los vecinos para ir a pasear o en bici, pero ahora ya no nos podemos acercar, porque no es un sitio seguro y, además, hay mucha suciedad».

Por su parte, Marta Ballabriga, portavoz de la Associació de Veïns del Parc Riu Clar, asegura que «hemos visto como camiones accedían al PP-9 y volcaban allí todo el material. Uno dejó quince puertas iguales».

Antonio Chacón, presidente de la Associació de Veïns de L’Albada, cree que «esta será la solución definitiva a los vertederos ilegales». Las tres entidades se muestran satisfechas con la decisión de la corporación local, pero piden a los vecinos que dejen de usar el PP-9 como un vertedero.