Tarragona, el baluarte socialista del ‘no’

El Ayuntamiento, que rechazó el calendario del 1-O, no pondrá urnas. En mitad de las críticas, es un bastión del PSC en Catalunya

17 septiembre 2017 18:20 | Actualizado a 09 noviembre 2017 10:08
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Tarragona es independentista o no, según qué datos y balances se analicen. El mito de que la capital de la provincia no es soberanista es únicamente relativo. En las últimas elecciones autonómicas de 2015, las del 27-S, los sufragios a favor de la independencia fueron 24.920, el 36%, mientras que los que apoyaron a algún partido en contra de la secesión fueron 42.876, el 62% de los que votaron. 

Así, los partidarios del ‘no’ superan con creces a los del ‘sí’, y de ahí la composición actual del ayuntamiento, gobernado por un PSC que, además, se ha mostrado insistentemente en contra de la celebración del referéndum.

Sin embargo, si se atiende al proceso participativo del 9-N, en 2014, los votos del ‘sí-sí’ a la doble pregunta (¿Quiere que Catalunya sea un Estado? ¿Quiere que sea independiente?) sumaron un triunfo incontestable. Un total de 22.959 personas se inclinaron por el ‘sí-sí’, por las 3.191 que votaron ‘sí-no’ y las 2.118 que apostaron directamente por el ‘no’. Los votos por el ‘sí-sí’ superaron con creces a los que hicieron alcalde a Josep Fèlix Ballesteros (PSC).

En cualquier caso, Tarragona es una ciudad compleja donde conviven, al menos, dos realidades, no menos intrincadas demográficamente: un centro de la ciudad donde pueden abundar más los ciudadanos a favor de la independencia y una periferia pobladísima, de origen obrero e inmigrante, claramente contraria.

Según el resultado del 27-S, Tarragona figura entre las ciudades más contrarias al Procés

Volviendo al 27-S, Tarragona, con ese 62% de sufragios en contra, supera en ese ‘no’ a la independencia a otras poblaciones importantes de la provincia como Reus (un 53%), El Vendrell (58%) o Cambrils (56%). Eso no ha evitado que Tarragona respondiera de forma masiva a los eventos a favor del Procés, del referéndum y de la independencia. Tanto para las Diadas como para el acto del inicio de campaña del sí en la TAP el pasado jueves, la población ha mostrado su apoyo a la independencia con movilizaciones multitudinarias. En los últimos años muchas han sido las proclamas y los eventos dirigidos a reivindicar Tarragona como ciudad con inquietud independentista y tumbar el mito de una supuesta desidia al respecto. 

Pujanza soberanista

Eso sí, si el soberanismo tiene una indudable pujanza en la calle, institucionalmente la posición de Tarragona es claramente contraria. Desde el punto de vista del ayuntamiento, Tarragona se mantiene como un firme baluarte en contra de la cita con las urnas prevista para el 1 de octubre. La última manifestación al respecto ha sido el posicionamiento de Ballesteros. Amparándose en las suspensiones recientes del Tribunal Constitucional, el alcalde comunicó tanto oralmente como por escrito a la Generalitat que no cedería espacios municipales para el 1-0. El máximo representante municipal tarraconense ha indicado que «no procede, en aplicación de la normativa legal vigente, tramitar su petición». 

La decisión no sorprendió a nadie, toda vez que en el pasado mes de julio el pleno, en una polémica y tensa sesión, rechazó el calendario del proceso soberanista, todo ello ante la mirada de más de un centenar de independentistas que acudieron para reivindicar, entre lemas y pancartas, el derecho a votar. 

En el 9-N, el triunfo del ‘sí-sí’ fue incontestable. En la calle, el Procés sí se ha hecho fuerte

El pleno acabó aprobando la moción antireferéndum presentada por el PSC con 17 votos a favor y 10 en contra. La iniciativa recibió, además del evidente apoyo socialista, el de Ciutadans, PP y la concejal no adscrita Beatriz Pérez. Ese resultado convierte a la capital de la provincia en uno de los puntales del unionismo –siempre en términos de dinámica consistorial– en toda Catalunya. La clave, en parte, reside en ese tirón del alcalde, superviviente en medio de los últimos naufragios electorales del PSC y a pesar del natural desgaste que acarrean sus más de diez años en el cargo.  

Críticas y amenazas

Los socialistas han logrado contener el avance en los últimos comicios de ERC –cuatro concejales– y la CUP –dos ediles–, formaciones cuyo auge está siendo fundamental en el Procés. Sin embargo, el poder del PSC hace que la ciudad quede posicionada en contra del referéndum del 1-O. 

En ese sentido, Tarragona queda alineada con municipios tan importantes y poblados como Santa Coloma de Gramenet, Mataró, L’Hospitalet de Llobregat, Cornellà, Lleida, Terrassa o Viladecans. Sin embargo, el posicionamiento en contra no está siendo gratuito para el equipo de gobierno, sometido a todo tipo de críticas por no facilitar la votación del 1 de octubre. Sin ir más lejos, en el inicio de la campaña del sí que se llevó a cabo en la TAPel jueves se escucharon cánticos de ‘Ballesteros dimissió’. Cargos del PSC en Tarragona han denunciado amenazas y ataques por rechazar el referéndum, algo que ha sucedido en toda Catalunya. 

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