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256 personas murieron en 229 accidentes de tráfico en el conjunto de la red viaria catalana -zonas interurbanas y urbanas- en 2018, un 7% más que en 2017. En cuanto a los siniestros mortales, el aumento es del 8 %. Este es parte de las conclusiones del balance de la siniestralidad en las carreteras catalanas en los 12 meses de 2018
En las vías interurbanas, los atropellos mortales han aumentado un 240%, con 17 víctimas, y 60 personas murieron en salidas de vía -un tipo de accidente muy ligado al exceso de velocidad, distracciones y tóxicos-, un 54% más que el año anterior.
Para reducir la siniestralidad de cara al 2019, los Mossos apuestan por una actividad policial más dinámica: el helicóptero de Tráfico vuelve a volar desde hace unos días, recuperarán los vehículos mirilla y potenciarán los radares móviles. El conseller de Interior, Miquel Buch, ha mostrado contundente con las infracciones, como el exceso de velocidad el uso del móvil al volante y ha hablado directamente de "conductas homicidas".
Los accidentes de tráfico segaron la vida de 185 personas en las carreteras interurbanas catalanas en 2018, un 10% más que en 2017. En zonas urbanas, 71 personas murieron en accidentes tráfico, un 1% menos respecto al año anterior.
En total, 256 víctimas mortales. "Hablamos de datos, pero detrás de cada cifra, hay personas y familiares que pierden la vida", ha subrayado Buch en el balance de siniestralidad vial de 2018, presentado este jueves.
Tarragona registra el peor aumento de siniestralidad
La demarcación donde más han subido los accidentes de tráfico con víctimas mortales en zona interurbana es Tarragona, con 39, un 70% más que en 2017, cuando se produjeron 23. 44 personas perdieron la vida en las carreteras de estas comarcas, un 52% más que el año anterior.
El director del Servei Català de Trànsit (SCT), Juli Gendrau, señaló que más de la mitad de los accidentes mortales, concretamente 22, tuvieron lugar en tres vías: 13 en la N-340; 6 a la A-7 y 3 a la AP-7.
Los 13 accidentes de la N-340 se produjeron antes de que se restringiera la circulación de los vehículos pesados, en septiembre. Los responsables de Tráfico confían en que esta medida permita reducir la siniestralidad en esta carretera.
Resultados del plan de contención
Los cuatro primeros meses de 2018 fueron muy negros en las carreteras catalanas, una realidad que obligó al Departament de Interior y el Servei Català de Trànsit a poner en marcha en abril un plan de contención con varias medidas, que ha tenido resultados. Entre enero y marzo, 50 personas perdieron la vida en accidentes de tráfico, un 72% más que el primer trimestre de 2017, con 29 víctimas mortales.
El plan se centró en 103 tramos de carretera, que representan un 18% de la longitud total de carreteras de Catalunya y un 42% de la movilidad, y en factores concurrentes de accidentalidad como son velocidad, alcohol y drogas y distracciones.
Entre abril y diciembre, se redujo un 18% la mortalidad en los tramos priorizados, mientras que en el primer trimestre, había subido un 46%. En el resto de tramos, ha subido un 11% entre abril y diciembre y había incrementado un 94% en los primeros tres meses del año.
Helicóptero, vehículos mirillas, radares móviles y nuevos cinemómetros
De cara al 2019, el Departamento de Interior "reconduce" este plan de contención y mantiene el nivel 3 de tráfico. Esto significa, entre otras medidas, que todos los agentes de la División de Tráfico de los Mossos saldrán a patrullar para detectar conductas infractoras y de riesgo.
También se recuperarán este año los llamados vehículos mirillas, que los Mossos habían utilizado anteriormente. Se trata de vehículos no logotipados con agentes uniformados que captan las infracciones mientras circulan.
Después de un litigio entre compañías y de meses sin que pudiera volar, comenzarán de nuevo las tareas de vigilancia y control del helicóptero del Servei Català de Trànsit, que tiene una vista panorámica y precisa para cazar las infracciones. Además, se potenciarán los radares móviles. "Los ciudadanos infractores saben cómo eludir los radares y por ello potenciaremos el patrullaje en vehículos de paisano con radares móviles", destacó el jefe de la Comisaría de Movilidad, el comisario Joan Carles Molinero.
"Violencia vial"
Los responsables de Tráfico utilizan en el balance de siniestralidad de 2018 el término de "violencia vial" para referirse a las infracciones, con 1.348.642 expedientes sancionadores, la mayoría, aproximadamente un 77%, por exceso de velocidad.
El conseller de Interior ha ido más allá y ha hablado de "homicidas viarios" para referirse a los que "deciden correr más, distraerse o consumir alcohol y drogas".
"Si yo decido coger el teléfono mientras conduzco y pongo en riesgo la vida de los demás, yo soy un conductor homicida", remató, para advertir: "El 2019, se endurece la persecución de los infractores, estos homicidas viarios".
Sobre el objetivo europeo de 2020, de reducir la siniestralidad mortal un 50% respecto a 2010 -con la visión de cero víctimas en las carreteras en el 2050-, Buch ha reconocido que se encuentran "lejos" en estos momentos de alcanzarlo, pero no quiere renunciar y aseguró que pondrán todas las herramientas posibles para reducir la siniestralidad. Tanto el número de víctimas mortales como los accidentes mortales se han reducido un 25% respecto al 2010.
