‘Tarragona no solo es una ciudad romana, también de grandes vinos’

Josep Lluís Grogués es el presidente de la Denominació d’Origen Tarragona, una marca que suma vinos del Alt Camp, Baix Camp, Tarragonès y Ribera d’Ebre. Este viticultor, que hasta hace muy poco fue el presidente de la Cooperativa de Vila-rodona, es uno de los grandes impulsores de la Fira del Vi, que durante todo este fin de semana se celebra en la Rambla Nova de Tarragona.

Este fin de semana los vinos de la DO Tarragona están en la Rambla Nova, ¿qué supone la feria?
- Esperamos una buena afluencia, ya que este año contamos con 23 bodegas, lo que supone la máxima participación, y podrán degustarse más de cien vinos.

- ¿Qué significa para estas bodegas poder estar aquí durante todo el fin de semana?
- Es el escaparate número uno de cara al público para dar a conocer sus vinos.

- ¿Considera que estas bodegas siguen encerradas?
- No, se están abriendo mucho de cara al público final y a la restauración. Se ha incrementado mucho el enoturismo y estas bodegas están dando a conocer su producto, facilitando que la gente pueda pisar los viñedos y pueda conocer cómo a partir de éstos se obtiene el resultado final.

La Rambla Nova es el escaparate número uno de cara al público

- La DO Tarragona ha dado un salto de calidad muy importante en los últimos años, ¿a qué lo atribuye?
- A la gran evolución de las bodegas que están dando a conocer al exterior qué es lo que son y cómo lo hacen. 

- ¿Cuál es el reto?
- Que la restauración sea capaz de conocer los vinos que se hacen en el territorio, de kilómetro cero. Tarragona tiene unos grandes vinos, que no tienen nada que envidiar a los de las otras DOs, pero sí que tienen su diferencial.

- ¿Cuál es el distintivo que los caracteriza?
- Son vinos jóvenes, frescos, saludables y con una esencia mediterránea que los diferencia de todos los demás.

- Los consumidores de Catalunya han superado la ‘riojitis’. 
- Era uno de los puntos calientes y en parte es gracias a la incorporación en la restauración de gente joven que apuesta por los productos de proximidad. La gente de todo este territorio debe ser consciente de que tenemos una denominación de origen Tarragona, con unos grandes vinos.

No tenemos nada que envidiar a las otras denominaciones de origen

- Muchos de los visitantes que llegan a Tarragona no saben que hay una denominación de origen con el nombre de esta ciudad, ¿es una de las grandes asignaturas pendientes?
- Debemos dar a conocer que Tarragona no tan solo es una ciudad romana, sino que tiene una de las denominaciones de origen más antiguas del Estado español, con unos vinos que ya en la época romana fueron muy apreciados y que siguen estando en el mercado.

- Falta que la oferta turista existente lo incorpore también dentro de su programa de actividades.
- Se está trabajando para que cuando lleguen los cruceros al Port de Tarragona puedan conocer que aquí tenemos una denominación de origen, con unas bodegas a muy pocos kilómetros de distancia. Y esto debería incorporarse en el pack. De hecho, ya existe el ViTour Tarragona, que aglutina a dos empresas privadas, como son Mas Vicenç y la Vinícola de Nulles, y permite conocer esta oferta a tan solo diez kilómetros de la ciudad.

- ¿Deberían estar más presentes en la ciudad para llegar también al ámbito local?
- Es uno de los temas que estamos trabajando tanto con la Diputació como con Turisme, con tal de darnos a conocer más. También con la URV, en la que vienen a estudiar personas de todo el Estado y del extranjero. Qué mejor que la Facultat d’Enología de Tarragona para dar a conocer los vinos que se hacen en la propia DO. 

- Estas personas que llegan del exterior tienen muy pocas referencias para conocer que aquí hay una DO.
- El Patronat de Turisme debería ser capaz de crear las sinergias y que puedan visitarse las bodegas y cooperativas dentro del ámbito de la DO Tarragona.

- Hablaba usted de la universidad, ¿hasta qué punto es responsable del salto cualitativo que han dado los vinos de este territorio?
- Estamos a punto de firmar un convenio para que los estudiantes puedan realizar sus prácticas en las diferentes bodegas o hacer allí cualquier evento que organicen. Y es que muchos de los enólogos que tenemos están trabajando en estas empresas y están ayudando a que mejoren sus producciones.

- Se lanzó el proyecto ‘Cellers singulars’, ¿qué dimensiones nuevas les permite explorar?
- Es una iniciativa que, dadas sus dimensiones, les permite promocionarse en actos que de otra forma no podrían, dado que ellos mismos son productores, embotelladores y tienen que hacer la comercialización. En cambio, de esta forma pueden llegar a un ámbito mucho más amplio.

- ¿Potenciar a las pequeñas bodegas se ha convertido en una de las grandes apuestas?
- Sí, y para nosotros es muy buena noticia que juntándose y agrupándose puedan promocionarse en espacios que de otra forma no podrían.

- ¿Hay potencial para seguir sumando nuevos proyectos?
- Poco a poco vamos creciendo y vemos cómo todos los años se suman nuevas iniciativas que surgen de proyectos familiares, que ahora siguen los hijos. Estos ya han estudiado enología, y optan por crear su propia bodega.