Tarragona perdió 452 bares en lo más duro de la crisis

Muchos establecimientos que se han mantenido han cambiado de manos. La demarcación cuenta aun así con 6,76 bares por cada 1.000 habitantes, más que Andalucía y Madrid

05 enero 2019 09:47 | Actualizado a 05 enero 2019 09:49
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«Los bares, que lugares/tan gratos para conversar./No hay como el calor/del amor en un bar», cantaba Jaime Urrutia, el vocalista de Gabinete Caligary allá por 1986. Hoy en día aún hay 5.356 bares y restaurantes en la demarcación de Tarragona donde tomar una copa o charlar, si la música, la televisión a todo trapo o el impertinente sonido de las máquinas tragaperras lo permiten. O, mejor dicho, donde whatsappear en solitario porque lo de mantener una conversación se va perdiendo. 

Esos 5.356 bares suponen 273 menos que hace siete años. En 2010, había 5.629 establecimientos de restauración en la provincia, según datos del Anuario de Hostelería de España 2018. El número de bares ha ido descendiendo paulatinamente hasta 2016, en que aumentaron en 96 respecto al año anterior. Y de 2017 a 2016, Tarragona cuenta con 83 bares más. Es decir, en los dos últimos años hay 179 locales más, pero si la comparativa se hace entre 2010 y 2015, en los peores años de la crisis económica, la caída de locales fue de 452. 

Cambio de caras

No solamente ha bajado el número de bares. También ha cambiado el perfil de los propietarios o su oferta. Muchos de los que se mantienen contra viento y marea son regentados ahora por ciudadanos de origen chino. Y no se han reconvertido en comida oriental sino que mantienen tapas tradicionales. No es de extrañar que el responsable de un local de hispánico nombre, o amb un nom català de tota la vida, tenga una lengua materna muy diferente al catalán o el castellano.

La esclavitud horaria que supone regentar un bar o un restaurante unida a la caída de ingresos por la crisis llevaron, entre otros motivos, a muchos propietarios a vender o traspasar el negocio. Sin olvidar la feroz competencia o la subida de costes.  «¿Para qué tanto esfuerzo a cambio de tan pocos beneficios? Mejor el dinero en mano que pasarme horas y horas para apenas cubrir gastos», se plantearon decenas de restauradores locales. 

La precariedad de los autónomos impulsó también los cierres. Mejor un sueldo fijo y poder disfrutar de vacaciones pagadas y horarios estables que no poder enfermar ni un día.  La movilidad es una de las principales características del sector. En el Estado español se abrieron 3.104 bares y restaurantes a lo largo del año 2.017 y se cerraron 1.757, lo que arroja un balance positivo de 1.347 locales. 

Según la Federación Española de Hostelería y Restauración, «el sector hostelero presenta un exceso de movilidad, lo que se demuestra en el número de empresas que cada año inician y cierran su negocio. Los datos positivos de los años 2016 y 2017, unidos al de 2014, parecen indicar que se ha nivelado el número total y que los resultados negativos de años anteriores han finalizado, ya que el saldo positivo ha ido en aumento, debido especialmente al subsector del alojamiento».

Pese a la caída del número de bares, Tarragona cuenta con más locales que Andalucía. No en números absolutos, claro, pero sí en términos relativos. Andalucía es la comunidad con más bares, 49.642, pero también la más poblada: 8.405. 294 habitantes. Ambos datos corresponden a 2017. Le siguen Catalunya (43.859 bares y 7.516.544 ciudadanos) y la Comunidad de Madrid (30.882 y 6.587.711, respectivamente). En Tarragona los 5.356 bares mencionados se ‘reparten’ una población de 791.693 personas.

Si se realiza un pequeño cálculo matemático resulta que Tarragona cuenta con 6,76 bares por cada 1.000 habitantes; Andalucía con 5,90; Catalunya con 5,83; y Madrid con 4,68. En Girona la ratio aumenta hasta 7,07 bares por millar de habitantes. En Lleida son 6,28 y en Barcelona y su provincia 5,45.

El sector es unas de las principales fuentes de empleo de la demarcación y del Estado. En 2017, la restauración y los alojamientos dieron empleo en España a 1.637.100 personas y generaron un volumen de negocio de 129.450 millones de euros, un 7,2% del PIB español. 

Aumento de alojamientos

El Anuario de Hostelería de España 2018 recoge también los datos de los alojamientos, entre los que se incluyen hostales, hoteles, apartamentos, campings... La evolución en Tarragona ha sido opuesta a la de los bares.  En 2017, la demarcación contaba con 644 alojamientos frente a los 584 de 2010, es decir, 60 más. Los mayores incrementos se dieron de 2017 a 2016 (29 más) y de 2016 a 2015 (15 más). 

Según datos de la Associació Hotelera Salou-Cambrils-La Pineda, el sector privado ha invertido 200 millones de euros en los dos últimos años (2018 y 2017) para mejorar los alojamientos así como los servicios que ofrecen. En los hoteles la inversión anual ronda los 50 millones de euros. Hay una docena de proyectos en marcha. La  Associació cuenta con 86 establecimientos y 50.000 plazas.

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