Tarragona quintuplica el número de desfibriladores pero falta información

La cantidad de aparatos ha crecido exponencialmente, aunque todavía cuesta identificar dónde están y cómo utilizarlos

05 julio 2021 18:30 | Actualizado a 06 julio 2021 05:25
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Parada de autobuses de la Calle Colom; preguntamos a los presentes si saben que justo al lado tienen un desfibrilador y solo una señora dice que se enteró de que el aparato existía porque hace un tiempo fue objeto de actos vandálicos. Confiesa que, llegado el caso, no sabría en qué momento ni como usarlo.

Este tótem con las siglas DEA (Desfibrilador Externo Automático) es uno de los 469 que hay en la ciudad según los datos que publica la web de Dades obertes del Ayuntamiento de Tarragona. Su número se ha quintuplicado en apenas tres años, ya que en 2019 eran 86. Así, actualmente hay en la ciudad un aparato por cada 291 habitantes.

Proponen instalarlos en edificios

Hay que tener en cuenta que la ley catalana obliga a tener un desfibrilador en los edificios y estaciones de transporte con capacidad para 2.000 o más personas, en los puertos y en residencias con más de 200 plazas, entre otros.

En el mapa de la web municipal aparecen tanto los aparatos que hay en los centros de salud como los que han instalado el ayuntamiento, empresas y entidades.

No es fácil saber su ubiación; en la App de Salut respon no están bien localizados

Así pues hay en las instalaciones deportivas, mercados municipales, grandes superficies comerciales, aparcamientos, las sedes de la URV y la estación de autobuses, entre otros.

Recientemente la Sociedad Española de Cardiología (SEC) reivindicó la instalación de desfibriladores también en las comunidades de vecinos, ya que el 59% de las muertes por paro cardíaco se producen en las casas donde no hay estos equipos.

Poder ubicarlos

Pero tan importante como contar con los desfibriladores es poder encontrarlos si hace falta y que exista consciencia colectiva de dónde están. En un recorrido por la ciudad evidenciamos que hay algunos cuya presencia es muy difícil de advertir, como en el caso del que se encuentra en el parking de la Rambla Lluís Companys. Su existencia la anuncia un cartel de apenas unos centímetros en una farola y otro, de pequeñas dimensiones, en la entrada a las escaleras.

Tampoco es fácil acceder a la información de dónde están a través de un móvil. Probamos con la aplicación 061 Salut Respon y en Tarragona no solo no aparecen todos, sino que la ubicación no es precisa y llama a confusión. El DEA de la estación de autobuses, por ejemplo, lo ubica en el medio de la Plaça Imperial Tarraco.

Saber cuándo usarlo

Además de tener conciencia de donde están los aparatos, la otra gran asignatura pendiente es saber reconocer en qué momento alguien puede necesitarlo. Gerard Mora, secretario del Col.legi Oficial d’Infermeres i Infermers de Tarragona, considera que la información es clave. De hecho la entidad ofrece cursos de RCP para la población en general que tuvo que suspender debido a la pandemia y que espera poder reanudar en septiembre.

Pese a todo, explica que los centros educativos de la ciudad hacen mucho hincapié en la formación de sus alumnos desde P3 hasta la ESO. No onstante, en su opinión, estos temas deberían estar dentro del currículum lectivo.

La gran asignatura pendiente es el resto de la población, de hecho en una encuesta informal en el Mercat (allí el desfibrilador está en la consigna aunque no todos lo sabían) las pocas personas que decían tener idea de cómo usar el aparato eran jóvenes.

Por eso, sobre la propuesta de colocar aparatos en los edificios apunta que tan importante como tener los defibriladores es que todos los vecinos reciban formación.

En este sentido destaca como buen ejemplo el esfuerzo que se ha hecho por dotar de desfibriladores a todos los vehículos de la Guàrdia Urbana. «Ha sido muy positivo no solo porque suelen ser de los primeros en llegar cuando hay una emergencia, sino porque los agentes tienen formación».

Eso sí, vale la pena aclarar que, más allá de si se tiene formación o no en primeros auxilios, en caso de necesitar usar un desfibrilador es bueno saber que el propio aparato va dando órdenes sobre la forma de emplearlo y cómo colocar los electrodos. Una vez colocados, el aparato analiza el ritmo cardíaco y determina si la persona necesita una descarga.

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