Tarragona reduce la velocidad de circulación para abrir las puertas a los patinetes eléctricos

Tres empresas de alquiler de patinetes eléctricos podrán empezar a operar en la ciudad a partir de octubre. La velocidad máxima para todos los vehículos quedará reducida a 30 km/h

09 septiembre 2020 11:53 | Actualizado a 09 septiembre 2020 15:10
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El próximo lunes entrará en vigor en Tarragona la limitación de la velocidad de circulación en la ciudad, que quedará limitada a 30 km/h, con la excepción de algunas vías principales. La medida pretende mejorar la seguridad y favorecer la convivencia con otras modas de transporte como la bicicleta y los vehículos de movilidad personal, así como fomentar desplazamientos más sostenibles y saludables.

En este sentido, a partir de mediados de octubre tres empresas de alquiler de patinetes eléctricos podrán empezar a operar en la ciudad de Tarragona, según ha avanzado este miércoles el consejero de Territorio y Movilidad, Xavier Puig. Las firmas Buny, Bird y Reby podrán desplegar un máximo de 500 patinetes cada una con el requisito de que coloquen espacios de aparcamiento donde poder ligar los vehículos.

El cambio de la velocidad máxima permitida en las vías urbanas de la ciudad se enmarca en la actualización de la Ordenança de Convivència y Ús dels Espais Públics. "Es un cambio radical en la movilidad y en el propio concepto de ciudad con protagonismo para las personas, y uno de los cambios de mayor envergadura en las últimas décadas en Tarragona", ha señalado Puig.

La conversión de Tarragona en 'Ciutat 30' ha tenido como referente la ciudad de Pontevedra, donde desde 2011 no ha habido ningún atropello mortal. En Tarragona, en cambio, desde 2013 ha habido seis y dieciséis personas murieron en accidentes.

La gran mayoría de vías urbanas quedarán limitadas a 30 km/h, aunque habrá calles donde este tope se reducirá a los 10 o 20 km/h. La avenida de los Països Catalans o el tramo central de la avenida Roma mantendrán los 50 km/h, y la Via Augusta continuará con una limitación a 40 km/h. En los próximos días se acabará de colocar la señalización, con ocho grandes paneles en las principales entradas a Tarragona y señales de tráfico en las diferentes vías.

A grandes rasgos, la nueva regulación quiere incrementar la seguridad, potenciar los desplazamientos a pie y la comodidad de los peatones, e incrementar el uso de la bicicleta y el patinete, que deberán circular por los carriles habilitados o por la calzada. "El lema es correr un poco menos para vivir todos juntos mejor y compartir espacio público", resumió el concejal.

Puig ha apuntado que el cambio de normativa persigue una movilidad más segura, sostenible y que fomente los hábitos saludables. En este sentido, ha puesto en valor que en tiempos de Covid-19 la bicicleta y el patinete se sitúan como opciones de transporte "limpias" de virus porque son de uso individual.

Según el ejecutivo local, este nuevo modelo se traducirá en más dinamismo comercial en muchas zonas de la ciudad y en más competitividad por el ahorro de tiempo. Por ello, el área de Territori prevé hacer una regulación gradual de las fases semafóricas para favorecer una circulación más continua y con menos interrupciones, así como potenciar los aparcamientos disuasorios.

La ordenanza establece que, por regla general, las aceras son para los peatones, y por tanto quedan liberadas de bicicletas y patines eléctricos conducidos por personas de 16 años en adelante. Estos deberán conducir por carril bici, calzada en calles de 30 km/h, áreas de prioridad invertida y áreas peatonales. En este último caso pueden superar los 6 km/h ni pueden aproximarse a un metro y medio de otros peatones ni de la fachada. En el carril bici y la calzada se establece para estos vehículos una velocidad máxima de 25 km/h.

Hasta 1.500 patinetes de alquiler

Xavier Puig ha avanzado que tres empresas de alquiler de patinetes eléctricos podrán empezar a operar en la ciudad a mediados de octubre. Dado el gran interés mostrado por las compañías, se ha pactado que puedan empezar a trabajar cuando haya pasado un mes de la entrada en vigor de la ordenanza. Cada firma podrá desplegar un máximo de 500 patinetes en la ciudad, pero antes, por cada 20 vehículos que active, deberá colocar una batería de aparcamientos que serán de uso público para toda la ciudadanía. Según Puig, los patinetes deberán poder ligar con un candado.

Sin embargo, provisionalmente se permitirá aparcar fuera de estos espacios siempre y cuando no se impida el paso de nadie, no inutilice el mobiliario urbano o no impida la accesibilidad. Los vehículos no se podrán dejar aparcados en árboles, bancos ni semáforos. El régimen sancionador se mantendrá con multas que van de los 100 a los 3.000 euros, en función de la gravedad de la infracción.

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