Tarragona, segunda provincia de España con más accidentes de mercancías peligrosas

Iqoxe aflora el debate del riesgo químico del camión o el tren. La provincia sufrió 57 percances en una década, solo por detrás de Barcelona, aunque la siniestralidad cae en los últimos años

08 febrero 2020 20:23 | Actualizado a 09 febrero 2020 10:12
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Dos días después de Iqoxe, un camión con diez depósitos de formaldehído se accidentó en la AP-7 en Banyeres del Penedès (Baix Penedès), activó el Transcat y obligó al confinamiento de vecinos si llegaba el humo a la zona en la que vivían. El suceso, que no fue a más, ilustró el otro riesgo químico con el que convive la provincia más allá de los polígonos y del potente tejido industrial: el paso de mercancías peligrosas por carretera y vías del tren. «La zona de Tarragona tiene un flujo elevado debido sobre todo a la importante actividad química y petroquímica», expone Protecció Civil sobre el transporte de mercancías por ferrocarril. 

Según el informe de Protección Civil en España, «existe una relación entre la densidad y localización de las instalaciones industriales y la ocurrencia de los accidentes». Entre 2008 y 2017, Catalunya fue la comunidad en la que más accidentes hubo (253), por delante de Andalucía y Castilla y León, con 100 cada una. 

Tarragona, foco de origen
En España, Tarragona está definido como uno de los dos grandes focos de origen de transportes. Tarragona es la octava provincia de España con más tránsito de mercancías peligrosas pero la segunda si se tienen en cuenta los accidentes sucedidos en la última década, solo por detrás de Barcelona. Entre 2008 y 2017 –últimos datos oficiales disponibles en el cómputo de España– hubo 57 accidentes en la provincia, lejos de los 118 de Barcelona, pero por encima de Girona y Lleida (39). Las cuatro provincias catalanas lideran la tabla, lo que confirma el alto riesgo que sufre Catalunya en general. 

En 2018 hubo en la provincia 15 accidentes y 109 incidentes, la mayoría (66) por averías mecánicas. Generaron cuatro prealertas del plan Transcat y una alerta. En 2019, las cifras fueron similares: 11 accidentes y 113 incidentes, lo que provocó dos prealertas, según el balance ofrecido por Protecció Civil en Catalunya. 

En que Tarragona esté entre los lugares de más riesgo juega un papel crucial la presencia de una vía clave como la AP-7. Por el asfalto de la provincia circulan 599.831 toneladas y 44.457 viajes de camiones, unos 120 al día, lo que da fe de la intensidad de circulación de estos materiales sensibles. En un año transitan por la provincia, entre tren y camión, 957.217 toneladas peligrosas, una cifra que ha ido aumentando en los últimos años si bien es verdad que las medidas de seguridad también han crecido. En 2010 hubo 15 accidentes en la provincia, muy por encima de los dos que se registraron en 2017, la misma cifra que en 2016 o en 2015. 

La estadística de siniestralidad, por tanto, se ha ido reduciendo. En ello han tenido que ver infraestructuras claves de seguridad como el rack de cañerías de Dixquímics, una red de tuberías que comunica las empresas del polígono sur (donde explosionó Iqoxe, junto a Bonavista y La Canonja) con el Port de Tarragona. La construcción gestiona al año 2.300 toneladas de productos químicos, lo que evita que una gran cantidad de transporte de mercancías se tenga que hacer por carretera o ferrocarril.

Los transportes de mercancías peligrosas cumplen con estrictas normas de seguridad. Así, están obligados a circular siempre que sea posible por autopistas y autovías y, en todo caso, por carreteras lo más alejadas posible de los cascos urbanos. De los 20 tramos de vía férrea con más toneladas transportadas, ocho pasan por la provincia, según datos de 2018 reflejados en el Transcat. La línea entre el Port de Tarragona y la estación de clasificación es la que más toneladas maneja al año (280.492), por delante de la que une Sant Vicenç de Calders y el Port (222.004). 

Las tres materias peligrosas más transportadas por tren en Catalunya son sosa, GLP (las siglas que denominan al gas licuado del petróleo) y sustancias líquidas peligrosas para el medio ambiente. La tendencia se mantuvo hasta 2018, cuando hubo un aumento muy elevado del transporte de dicloruro de etileno y un descenso de la sosa. 

El gas licuado
El transporte principal del gas licuado se produce entre la estación de clasificación de Tarragona y Montornès. El traslado principal de sustancias líquidas con riesgo se da sobre todo entre Portbou y Constantí, una ruta que también maneja ácido clorhídrico. 

Tarragona también es un punto de salida importante hacia otras comunidades. Así, desde hace dos años, todos los trenes con destino fuera de Catalunya salen por la ruta de Fayón (Zaragoza), pasando por zonas de la Terra Alta y la Ribera d’Ebre, en detrimento de la que transita por Ulldecona. En 2018 hubo un ascenso en el transporte por tren, si bien desde 2014 las cifras son bastante estable. 

La explosión de Iqoxe hará crecer el transporte de materias peligrosas por carretera o ferrocarril

El transporte por carretera, mucho más abundante, es también más complejo en cuanto a variedad de producto. Las mercancías peligrosas soportan una gran capilaridad en Catalunya. De las 20 rutas con más transporte sobre asfalto, nueve discurren por Tarragona y tienen la AP-7 como eje: los tramos de Ulldecona a Tarragona, de La Jonquera a La Canonja y de Ulldecona a El Morell están entre los más utilizados por los camiones con mercancías de riesgo, además de la ruta entre Flix y Vila-seca y de Barcelona a La Pobla de Mafumet. 

Protecció Civil indica que se emplean prioritariamente autopistas, autovías, vías desdobladas y circunvalaciones que evitan los núcleos por poblaciones y, en última instancia, las carreteras locales. En ese sentido, serán claves tanto el Corredor como la A-27, definida por la Associació Empresarial de Químiques de Tarragona (AEQT) como «una infraestructura necesaria que servirá de salida natural del Port y de los polígonos químicos hacia el interior de la península». La materia más transportada son los combustibles, con sus diferentes tipos. 

En suma, Tarragona convive con un peligro latente en sus carreteras que, sin embargo, se ha conseguido aminorar en algunas rutas de ferrocarril, como Reus-Constantí o Tarragona Clasificació-Reus, según los últimos datos del Transcat, en su actualización de 2019. Entre los años 2014 y 2018 hay un aumento en el flujo de los tramos entre el Port-Tarragona Clasificació-Reus-Fayón, ya que por esa vía hacía Aragón es por donde salen las mercancías desde Catalunya.

Contrariamente a lo que sucedía hace apenas unos años, la situación ha mejorado respecto a cuando algunos camiones de transporte de mercancías peligrosas circulaban por zonas urbanas de Tarragona, como el polígono Francolí o la carretera N-340 a su paso por los barrios de Campclar, Torreforta e Icomar, así como por La Canonja. Sin embargo, el reciente accidente de Iqoxe, único productor de óxido de etileno en España, hará que sustancias de este tipo, altamente inflamables, tengan que ser transportadas en camión o tren hasta la industria tarraconense. 

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