Tarragona sufre problemas de desabastecimiento de 800 medicamentos

Faltan de forma puntual en farmacias de toda la demarcación. Sanidad apela a los laboratorios para que garanticen el suministro. La industria asegura que «no hay riesgo para la salud»

17 diciembre 2018 09:14 | Actualizado a 17 diciembre 2018 09:24
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Antonio Buira, de 79 años, es uno de los miles de tarraconenses afectados por la falta de suministro puntual de medicamentos de uso cotidiano o imprescindibles para la salud. En su caso es la cafinitrina, comprimidos de nitroglicerina indicados en momentos de crisis cardiaca para aquellas personas que ya sufrieron un infarto. Buira aún guarda una caja porque es previsor pero su farmacia habitual no puede venderle otra porque no hay existencias. 

Según cálculos del presidente del Col·legi Oficial de Farmacèutics de Tarragona, Quim Nolla, la demarcación sufe el desabastecimiento de 800 medicamentos. No quiere decir que no haya ni una sola caja sino que los laboratorios suministran cantidades inferiores  a la demanda de modo que algunos pacientes se quedan sin ellos y han de esperar a que la farmacia los busque y se los proporcione. Entre esos 800 en un centenar sí que hay carencia, según informó a las farmacias la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). 

«Hace poco me empezó a doler el pecho y tuve que colocarme la cafinitrina debajo de la lengua hasta que se disolvió. El dolor se se me calmó. La llevo siempre encima. Me da tranquilidad. Estoy preocupado de que en la farmacia no tengan más cajas. Para míi es vital. No es una cuestión de precio porque es un medicamento muy barato», relata Antonio. 

Nolla también se muestra preocupado por el «problema de salud» que puede generar la carencia o falta de suministro puntual de algunos medicamentos. Explica, sin embargo, que el trabajo en red de las farmacias permite solventar esos problemas y, sobre todo, que el paciente mantenga la «adherencia», es decir el seguimiento exacto de la pauta del medicamento. En casos más complicados, se sugiere al paciente que le solicite al médico que le recete otro medicamento con un principio activo similar. 

¿Por qué se produce esa falta de suministro o incluso la carencia total durante un determinado tiempo? Ante la reiteración del problema, la AEMPS, hizo público el pasado 8 de noviembre el primer informe sobre esta cuestión. Cada seis meses analizará cómo funciona el abastecimiento por parte de los laboratorios.
Según dicho informe, el 38% de los casos se debió a problemas de fabricación y otro 21% al retraso en la entrega del producto fabricado. Es decir, en un 59% la responsabilidad recayó directamente en la industria farmacéutica. 

Faltan medicamentos en ocasiones porque se los llevan a otro país donde se venden más caros

La AEMPS, dependiente del Ministerio de Sanidad, lanza una crítica a los fabricantes: «Estos problemas se concentran en un número relativamente limitado de laboratorios titulares de la autorización de comercialización. Es imprescindible que los titulares, como responsables últimos del medicamento y de sus garantías de abastecimiento, realicen los esfuerzos necesarios y desarrollen planes preventivos efectivos con el fin de poder cumplir con su obligación de suministro continuado y que los pacientes puedan acceder a sus tratamientos sin problemas». 

Fuentes de Farmaindustria, la patronal de los laboratorios, admiten que la falta de suministro provoca «molestias puntuales a los pacientes», pero que en ningún caso supone «riesgo para la salud» porque existen otros medicamentos alternativos y de igual eficacia que los que faltan.
Farmaindustria atribuye la falta de suministro a «factores técnicos y logísticos»: «Son inevitables porque el error cero no existe. No se puede evitar, por ejemplo en el caso de la industria, que se inunde una planta si viene una gota fría o que una materia prima no llegue en un determinado momento o lo haga en condiciones inapropiadas», asegura. 

Una segunda causa, según Farmaindustria, son los «aspectos económicos». Aquí echa balones fuera: «Cabe destacar el diferencial de precios en distintos países europeos. Tales diferencias a veces provocan que comercializadores ajenos a las compañías farmacéuticas titulares del fármaco lo adquieran en un país de precio bajo para venderlo en un país a precio superior y obtener así un beneficio extraordinario. Se trata de una práctica legal, pero la realidad es que acaba generando desabastecimientos». Es decir, la industria farmacéutica no puede evitar que «comercializadores ajenos» especulen con algo tan básico como los medicamentos. 

Amparo Sales (68 años) es otra de las personas afectadas por la falta de suministro. No encuentra Adiro y rechaza su genérico alternativo. Y carga contra la industria: «No llevo nada bien que me falte el medicamento por culpa de las empresas farmacéuticas».

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